La marca Seat cerró el 2008 con un beneficio neto de 44,4 millones de euros, derivados principalmente de los dividendos de sus participadas, según expuso hoy la compañía que, sin estas aportaciones, arrojó unas pérdidas operativas de 141 millones en el pasado ejercicio.
Este resultado de explotación de 141 millones negativos difieren de los 78 millones negativos anunciados por Volkswagen en Alemania debido a la aplicación del Plan Contable Español en las cuentas presentadas hoy.
A pesar de estas diferencias contables, los números arrojaron un desplome importante de los resultados fruto de la actividad estricta de Seat, puesto que en 2007 el resultado operativo alcanzó los 44 millones de euros positivos. El presidente de la compañía, Erich Schmitt, justificó la caída por la debilidad del mercado a partir del segundo semestre del pasado año.