Tras 38 días de huelga general, Martinica puso fin este sábado a una movilización social sin precedentes con la firma unánime de un protocolo de acuerdo global, aunque ahora deberá encarar los efectos económicos de la protesta.
La huelga general fue convocada por el "Colectivo 5 de febrero" para protestar por la carestía de la vida y ha paralizado la economía de la isla y fragilizado numerosas empresas.
"Este protocolo levanta la orden de huelga, aunque el Colectivo se reserva el derecho a retomarla si los acuerdos firmados no son respetados o si las negociaciones iniciadas van para largo", advirtió a la AFP el presidente del Colectivo, Michel Monrose, destacando el carácter "histórico" de la movilización.