La próxima cumbre del G-20 en Londres puede resultar una catástrofe si el anfitrión, el primer ministro británico, Gordon Brown, distrae la atención con temas como las primas que cobran los banqueros o los paraísos fiscales, advierte la patronal británica.
Según el presidente de la Confederación de la Industria Británica, Martin Broughton, la próxima cumbre de países industrializados y emergentes debería centrar su atención, por el contrario, en la lucha contra el proteccionismo -incluido el compromiso de no elevar los aranceles- y en medidas para estimular la economía global.
Brown ha criticado últimamente la existencia de paraísos fiscales y ha abogado por nuevas regulaciones globales para combatirlos.