Los fabricantes de automóviles japoneses Honda, Nissan y Mazda anunciaron este miércoles que podrían pedir ayuda al gobierno para hacer frente al derrumbe de ventas.
Estos tres fabricantes se sumarían al mayor del mundo, el también japonés Toyota, cuya unidad financiera ya ha solicitado dinero público para ayudar a superar la contracción del crédito que ha encarecido la recaudación de fondos en los mercados financieros.
"Debido a las condiciones económicas actuales, estamos considerando utilizar fondos públicos además de nuestras fuentes de financiación usuales", dijo un portavoz de Honda. Las compañías no quisieron decir cuánta ayuda solicitarían al Banco de Cooperación Internacional de Japón, financiado por el Estado.
