Las agencias humanitarias se enfrentan a un "gran reto" al intentar asistir a unos 6.000 refugiados procedentes de República Centroafricana en un campamento provisional en el sudeste de Chad, a menos de un kilómetro de distancia de la frontera que cruzaron tras los ataques contra los poblados que vivían.
Muchos de los exiliados han manifestado que quieren permanecer cerca de la frontera aunque la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se ve obligada a trasladar las labores de ayuda humanitaria al interior de Chad.
Los camiones de la ONU cargados de comida y otros productos de asistencia básica tenían prevista para hoy su llegada a la zona donde los desplazados están viviendo en refugios improvisados cerca del pueblo de Daha, a 935 kilómetros de Abéché, la principal ciudad del este de Chad.