Los principales directivos de Chrysler se reunieron hoy en Washington con el equipo del Gobierno de Barack Obama encargado de supervisar la reestructuración del sector del automóvil para tratar, entre otros temas, la concesión de ayudas.
Chrysler presentó el pasado 17 de febrero su plan de reestructuración, en el que solicitó 5.000 millones de dólares en préstamos públicos además de los 4.000 millones que ya ha recibido de Washington.
Chrysler (controlada por las firmas Cerberus y Daimler) ha estado utilizando ese dinero para mantener sus operaciones en funcionamiento y ha advertido de que sin más préstamos tendrá que declararse en suspensión de pagos.