Ibercaja obtuvo el pasado año un beneficio neto atribuido de 219,6 millones de euros, lo que supone una caída del 19 por ciento respecto a 2007, debido principalmente a la provisión voluntaria de 93 millones de euros.
Sin estas provisiones, dirigidas a reforzar la solvencia de la entidad, la caja de ahorros aragonesa hubiera obtenido un resultado similar al del ejercicio anterior, han explicado en rueda de prensa el presidente de Ibercaja, Amado Franco, y el director general, José Luis Aguirre.
La inversión crediticia aumentó el 5,4 por ciento, hasta 33.622 millones de euros, mientras que los recursos captados de clientes crecieron el 6,2 por ciento y se situaron al cierre del año en 37.223 millones.