La justicia estadounidense ha congelado los activos de un multimillonario texano, Robert Stanford, acusado la SEC, el regulador bursátil estadounidense, de montar un nuevo fraude por un total de 8.000 millones de dólares en productos financieros, prometiendo rendimientos excepcionales.
Según la SEC, la firma Stanford International Bank, con sede en la isla de Antigua, vendió unos 8.000 millones de dólares en certificados de depósito. El fondo había prometido a los inversores "tasas de interés improbables y no justificadas", supuestamente debidas a su "estrategia de inversión excepcional", que habría permitido al banco obtener beneficios sobre las inversiones de dos cifras durante 15 años.
Este caso de fraude es el más importante revelado en Estados Unidos desde el arresto en diciembre de Bernard Madoff, acusado de haber montado un fraude piramidal (esquema Ponzi) por 50.000 millones de dolares.