El presidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó ayer al funcionario de la embajada de Estados Unidos expulsado el sábado, Armando Astorga, de llevarse información reservada y anunció una investigación al respecto.
Correa ordenó el sábado la expulsión de Astorga por obstaculizar la ayuda logística y económica a la Policía ecuatoriana, aunque su decisión llegó tarde, ya que el norteamericano había abandonado Ecuador en enero. En aquel entonces, según el mandatario ecuatoriano, se llevó "equipos, computadoras e información que pertenece al Estado ecuatoriano".
"Se investigará con todas nuestras energías", advirtió Correa durante una ceremonia naval en el puerto de Guayaquil. Asimismo, añadió que las pesquisas se extenderán a policías ecuatorianos "que no entienden que trabajan para un país soberano".