El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, manifestó su preferencia por estudiar propuestas que "incentiven la contratación", antes que otras que vayan destinadas a "abaratar el despido".
De esta forma respondió así a la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM-CEOE) que propuso un "contrato de crisis", con una indemnización por despido de 20 días por año trabajado frente a los 45 actuales, y una serie de bonificaciones fiscales para poder afrontar la actual situación de crisis.
En este sentido sostuvo, en una rueda de prensa celebrada en Cáceres tras una visita institucional a la ciudad, que "parte del mercado laboral español es excesivamente flexible" ya que se "pueden hacer contratos a la carta" y recordó que en España se hacen al año 16 millones de contratos de los que el 89% son temporales, por lo que reiteró su intención de estudiar fórmulas que incentiven la contratación por parte de las empresas antes que otras que abaraten el despido de los trabajadores.