El turoperador británico Thomas Cook contaba con escasas reservas de efectivo que se habrían terminado antes del próximo 4 de octubre, lo que provocó que la empresa se declarase en quiebra el lunes dejando a 600.000 personas afectadas en todo el mundo, revela este miércoles el Financial Times.
Un testigo que presenció la declaración judicial del director ejecutivo de Thomas Cook, Peter Fankhauser, reveló que la compañía debía casi 500 millones de libras (560 millones de euros) a una larga lista de socios hoteleros y acreedores a finales de septiembre, añade el periódico económico.
Los documentos con los que la empresa declaró su insolvencia, a los que ha tenido acceso el diario, muestran que Thomas Cook se quedó con tan solo 956.670 libras (alrededor de un millón de euros) en reservas de efectivo grupales.