Un total de 64 antiguos concesionarios del grupo Chrysler en Estados Unidos han demandado a la Administración Obama, a la que exigen una indemnización de 130 millones de dólares (96,2 millones de euros al cambio actual), alegando que el Gobierno estadounidense violó sus derechos al cerrar puntos de venta del grupo en el marco del proceso de reestructuración de la multinacional.
Según una demanda presentada ante la Corte Federal de Reclamaciones de Estados Unidos (en Washington), una parte de los 789 concesionarios que cerró la corporación automovilística en Estados Unidos, para amoldar su red comercial a la realidad del mercado, han decidido presentar una demanda por los perjuicios derivados del cierre de estos centros.
Los puntos de venta, en su demanda, señalaron que el cierre de estos concesionarios ayudó a estabilizar la economía de Estados Unidos y a prevenir la paralización de la industria automovilística del país.