La Audiencia de Cantabria ha absuelto a un hombre de seis delitos de violencia de género por falta de pruebas, ya que en el juicio no se pudo contar con ningún tipo de soporte a las acusaciones más allá del testimonio de la víctima.
Inicialmente, el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander había condenado al procesado a once meses de prisión y tres años de alejamiento respecto a su ex pareja, por una serie de agresiones y amenazas que, denunciaba la víctima, habían sucedido entre 2009 y 2010
El procesado presentó un recurso de apelación que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha tenido en cuenta, al no existir ni testigos, ni fotos o partes médicos de las supuestas agresiones.
En la sentencia también se hace hincapié en que el fallo recurrido "parece" pretender que el acusado tuviera que demostrar su inocencia, al reprocharle que "no se ha preocupado en justificar lo que hace los días previos y posteriores" a los hechos" o no haber dado "ni una explicación coherente sobre las graves acusaciones".
Recuerda el magistrado que es al contrario, que son las acusaciones las que tienen que acreditar los hechos que permitan considerarle culpable. Y aunque se admite que en los delitos de violencia de género la declaración de la víctima tenga "singular" importancia, se precisa que eso no significa "sin más" que se tenga que "invertir" la carga de la prueba.
Pero además, para el presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, Agustín Alonso, la postura del Ministerio Fiscal ha sido, "cuando menos", "contradictoria", ya que inicialmente solicitó aclaración del fallo, cuyo ponente le sugería, indirectamente, que lo apelara para obtener lo que pedía.
Sin embargo, esa apelación no se produjo, alegando que no lo hacía porque ya se ocupaba la defensa, aunque pese a ello reclamó que se confirmara la sentencia.
Además, a la Audiencia le "sorprende" que el Ministerio Público asegurara que este órgano no estaba "capacitado" para revisar las pruebas.
