El nuevo Código de Buen Gobierno Corporativo del ICAV establece una estricta lista de incompatibilidades para la Junta de Gobierno en el ejercicio de cualquier cargo que impida prestar la dedicación oportuna a las obligaciones y deberes del Colegio y la dimisión o cese inmediato en el cargo o puesto afectado por incompatibilidad.
Todos los miembros de la Junta de Gobierno deberán comportarse con la debida transparencia y tendrán derecho a que se les proporcione información puntual y veraz sobre la situación del ICAV, incluyendo aspectos económicos y financieros, así como las cuestiones que vayan a tratarse en las reuniones de la Junta. En cada memoria anual económica del Colegio, y contrastado por los auditores, se hará mención al grado de cumplimiento de estas normas del Código de Buen Gobierno.
En el apartado de Independencia del citado código, se acuerda que el decano y el resto de miembros de la Junta de Gobierno actuarán con total autonomía, adoptando sus decisiones y sin solicitar, recibir ni aceptar instrucciones, opiniones o sugerencias de nadie. Asimismo, el equipo de gobierno velará por compatibilizar sus actividades no relacionadas con el Colegio, especialmente su ejercicio profesional, para procurar que no afecten a la dedicación requerida por el ejercicio de su cargo en el Colegio.
El decano y el resto del equipo de gobierno evitarán vincular las opiniones y actuaciones del Colegio con las suyas propias en colaboraciones científicas o académicas; en charlas o conferencias; en reuniones con clientes o compañeros de profesión y en intervenciones en juicios.
En caso de conflicto de intereses se deberá actuar siempre en defensa del interés general del Colegio y de la profesión, aún cuando se pierdan oportunidades de negocio privadas. En los asuntos a tratar en las Juntas de Gobierno en los que puedan tener cualquier interés personal o profesional, el decano o cualquier miembro de la Junta deberá abstenerse de intervenir, de votar y hallarse presente durante las deliberaciones.
El decano del Icav, Mariano Durán, mostró su satisfacción por esta decisión adoptada en su 1ª Junta de Gobierno: ?Sin abogados libres e independientes no hay sociedades justas. El Icav debe ser un ejemplo en tiempos en que las instituciones deben dotarse de códigos de buenas prácticas, de manera que nuestro comportamiento siempre redunde en beneficio de la dignidad profesional y la buena imagen de la profesión?. Y añadió: ?Si para el colegiado puede ser suficiente cumplir con las disposiciones deontológicas previstas en el Estatuto General de la Abogacía y el Código Deontológico de la Abogacía Española, de obligado cumplimiento para todos los abogados, los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Valencia deben actuar con especial transparencia en el ejercicio de sus funciones colegiales?.