El Tribunal General de la Unión Europea (TUE) ha rechazado la solicitud del productor de cava Freixenet para registrar como marcas comunitarias una botella esmerilada negra mate y en una botella esmerilada blanca. La sentencia afirma que las marcas solicitadas carecen de carácter distintivo originario y que no ha quedado acreditada la adquisición de dicho carácter a través del uso.
En sus solicitudes, Freixenet precisó que a través de estas marcas no deseaba obtener la protección privativa y exclusiva de la forma del envase, sino del aspecto específico de su superficie.
La Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), con sede en Alicante, desestimó ambas solicitudes. El fabricante de cava recurrió hasta el TUE, que en su sentencia de este martes rechaza los argumentos de Freixenet y da la razón a la OAMI.
La sentencia señala que la apariencia de la botella blanca esmerilada llena de vino y el aspecto esmerilado de la botella negra no indican que los consumidores de vinos espumosos de la UE sean capaces de determinar su origen comercial. El verdadero elemento que permite realizar, en la práctica, una relación entre un vino espumoso y su fabricante no es el aspecto superficial de la botella, sino su etiqueta, que permite identificar al productor.
Sobre esta cuestión, el Tribunal General observa que Freixenet no ha contestado dos apreciaciones de hecho llevadas a cabo por la OAMI: por un lado, el hecho de que ninguna botella se venda sin etiqueta y, por otro lado, el hecho de que la propia empresa Freixenet utilice la marca FREIXENET sobre las botellas cuyo registro como marca comunitaria solicita. Pues bien, el Tribunal General estima que estas dos apreciaciones permiten confirmar la idea de que el color y el mateado del vidrio de las botellas no pueden "funcionar como marcas" para los vinos espumosos.