La Audiencia de Barcelona ha reconocido los daños morales causados a los pasajeros de un vuelo que despegó con 17 horas de retraso y ha obligado a la compañía aérea Iberia a indemnizar con 600 euros a cada uno de los viajeros afectados.
En su sentencia, la sección decimoquinta de la Audiencia de Barcelona estima el recurso presentado por los pasajeros contra un fallo de un juzgado mercantil que les concedió 185,5 euros por el retraso -la indemnización correspondiente a cancelación de vuelos-, sin estimar los daños morales causados.
La sentencia de la Audiencia de Barcelona considera que un retraso de tanta envergadura "ocasiona por sí, cuando se extiende más de tres horas, daños y perjuicios que van más allá de la pérdida de oportunidades vitales, como consecuencia de llegar tarde, y que suponen angustia o zozobra ante la incertidumbre por la espera".
