Sobre la nueva situación de aforamiento del príncipe y la reina, Gallardón explica que se trata de "partir de cero en todo". "El aforamiento no es un privilegio, sino un instrumento para aumentar seguridad jurídica sobre personas que deben ser objeto de tutela por razón de sus funciones", explica Gallardón.
"No tiene ningún sentido que un ministro estuviese aforado ante el Tribunal Supremo, y que el príncipe no lo estuviera", afirma el ministro.