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Criptodivisas: ¿cambiarán el mundo?

No es descartable que después del virus que puso en jaque al mundo, algunos de los que todavía no la conocían hayan tenido que salir a buscarla desesperadamente para liberar su ordenador. Hablo del bitcoin. Desde luego no hubiera sido la mejor forma de conocer este mundo, pero si picado por la curiosidad revisaras la historia de las criptomonedas, dibujada en sus cotizaciones frente al dólar o el euro, advertirías que tienen que haber más razones, muchísimas más, que unos pocos pagos conseguidos en esa divisa digital. De otra manera no tendrían actualmente la posición privilegiada de ser los mejores activos del mercado.

Cuando en el 2008 el tOROpoderoso activo refugio, fruto de una gran crisis financiera, se desplomaba más de un 50 y mucho por ciento, un misterioso personaje primero y algunos pocos libertarios después, empezaron a minar, no tan estúpidamente, algo que denominaron bitcoin. Algunos años después, en 2013, el corralito chipriota lo promocionaba en muchas de las portadas de los periódicos alrededor del mundo. Esta nueva moneda desconocida, descentralizada, desintermediada, desubicada, desgobernada, desregulada? disparaba su precio acercándose al valor del metal precioso que curiosamente, hasta 1971, había sido patrón absoluto, referencia incuestionable del resto de monedas.

No se podían contar ya con los dedos todas las copias que surgieron de este código libre, algunas ciertamente inteligentes y muy mejoradas. En febrero de 2014, según Google Trends, los más avanzados se aburrieron de buscar el término buy bitcoin para explorar e investigar la tecnología que lo soportaba: el blockchain. Se escribieron miles de artículos y cientos de libros y la industria financiera, entre otras muchas, giró sus ojos hacia esta novedad. Efecto directo del aumento del interés y por tanto de la liquidez, la volatilidad de aquel mercado salvaje empezó a disminuir y se empezó a formar una tendencia de fondo ciertamente sostenida.

A día de hoy, especialmente en este arranque de año, las criptodivisas han continuado de forma imparable con su ascenso. Muchas son las voces que alertan de una nueva burbuja y muchas las que las comparan con el Internet de los 90. Si bien es cierto que es todavía muy nuevo, experimental sometido a fuertes giros, no lo es menos que es una tecnología que a día de hoy funciona y que ha conseguido en el mundo digital lo que jamás nos habíamos cuestionado en el mundo físico: confianza para el intercambio.

Intercambio, también conocido como actividad económica o comercio, intercambio entre el que produce y quien lo consume, intercambio entre quien tiene y quien lo desea, intercambio entre a quien le sobra y quien lo necesita. Algo que los hombres hemos estado haciendo desde que somos hombres bien con el traspaso directo de activos, bien con su contravalor en sal o pimienta, bien con su representación fiduciaria.

Una nueva tecnología que ha conseguido replicar digitalmente y por el momento sin fisuras, el hecho físico del intercambio. Una elegante réplica de la simple entrega de un activo, con sus propiedades únicas, donde paso de poseerlo a no tenerlo, donde todos ven y consienten que ahora eres tú quien lo dispone, donde no hay posibilidad humana de que yo dé marcha atrás en el tiempo para recuperarlo, donde ya no puedo volver a dar algo que ya no tengo, donde no necesitas un tercero que valide que eso que era mío y te he entregado ahora es tuyo y tú lo posees. Trueque antiguamente lo llamaba, internet del valor actualmente se llama. Y lo mejor de todo, tecnología abierta, para todos, democratizada.

En cualquier caso es una nueva forma de fomentar la actividad económica que, combinada con inteligencia artificial, con el aprendizaje automatizado, con el big data, con biometría, con herramientas de lenguaje natural? y sobre todo, con la intervención y participación de todos, all 2gether como dicen algunos, permitirá crear nuevos modelos de negocio, nuevas formas de compartir recursos, nuevas formas de participar en las inversiones, nuevas posibilidades de integrar a los expulsados de la sociedad, nuevas formas de atomizar los empleos?

Bitcoin, ethereum, ripple, litecoin, nem? nuevos tokens inteligentes en continuada tendencia alcista, con capacidades cada vez más sorprendentes y con un altísimo potencial de remodelar muchos procesos de muchas de las industrias del mundo. ¡Ah!, y por cierto, para aquellos a los que WannaCry les hizo la dolorosa presentación de este mundo, que no tengan ninguna duda, que tengan confianza que gracias a esta potente tecnología, los secuestradores que forzaron el intercambio tienen a día de hoy muy reducidas sus posibilidades de éxito.

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