
Coincidiendo con un momento en el que la Educación se encuentra en el centro del debate político y se demanda un Pacto de Estado en esta materia, en CEOE hemos elaborado un Libro Blanco que sienta las bases de lo que es la Educación para los empresarios, y de lo que queremos y esperamos de ella en la actualidad y para los próximos años.
El Libro plantea sin ambages nuestra apuesta estratégica por la Educación y la Formación en nuestro país, como medio privilegiado para el logro de más y mejor empleo, de un crecimiento económico sostenible y de una mayor cohesión social.
La competitividad y el futuro de las empresas pasan por dotar a nuestro capital humano de conocimientos y competencias adaptados a las nuevas exigencias del mercado de trabajo. Sin duda, la globalización económica y cultural y la cuarta revolución industrial están teniendo un impacto progresivo en el mundo del trabajo exigiendo nuevas cualificaciones más intensivas en conocimiento. Se trata de un escenario en el que, inevitablemente, es preciso trasladar nuevos requerimientos a los sistemas de educación y formación, y hemos de disponer de mecanismos rápidos y eficaces de respuesta.
Es en este contexto en el que se hace imprescindible operar desde todos los niveles educativos y considerar a los empresarios como socios en los entornos de influencia y decisión, para alinear sistema educativo y mercado laboral.
El Libro Blanco de la Educación recoge el compromiso de los empresarios por la Educación y crea una visión de prospectiva que nos permite dar a conocer a la sociedad en general, y a las administraciones públicas en particular, propuestas de actuación concretas dirigidas a paliar cinco debilidades fundamentales del sistema educativo, identificadas en el Libro: mediocridad de los resultados, entendidos en términos de rendimiento escolar; escasa eficiencia del gasto público; brecha amplia y preocupante entre formación y empleo; lentitud de la respuesta política y deficiencias de los marcos normativos.
Las propuestas clave que formulamos las organizaciones empresariales toman en consideración dichos déficits -identificados a la luz de las evidencias- así como los desafíos del futuro, desde una óptica que va más allá de sus intereses en el corto plazo para proyectarse hacia el futuro en la búsqueda de un mayor crecimiento económico, de un fortalecimiento de la persona y de mayores cotas de progreso para el conjunto de la sociedad.
Pedimos también intensificar los vínculos entre educación y empresa e impulsar el protagonismo del empresariado en la gobernanza ejecutiva de la formación, como una de las diez propuestas clave contenidas en la obra.
Por otro lado, las empresas tienen dificultades para contratar empleados con las capacidades que necesitan. De ahí que sea imprescindible encontrar mecanismos que faciliten la transición de educación a empleo. Hay que establecer un nuevo currículo, un currículo del siglo XXI que potencie las enseñanzas STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics), la lengua extranjera, la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación y la colaboración, además del enfoque humanístico y las habilidades no cognitivas. Al mismo tiempo, es preciso promover la innovación, el emprendimiento y el empleo de las nuevas tecnologías.
Consideramos imprescindible definir una evaluación eficaz y eficiente del sistema educativo, incluyendo aula y centro escolar, para verificar el cumplimiento de objetivos y proponer los cambios que son precisos; impulsar la autonomía de los centros, con la finalidad de que estos dispongan de una mayor capacidad para desarrollar su actividad pedagógica, organizativa y administrativa, y hacer de la docencia una profesión robusta.
En relación a la libertad de enseñanza, desde el ámbito empresarial siempre hemos defendido el derecho a la libertad de elección de centro por parte de las familias, lo que supone el máximo respeto a la libertad de creación y dirección de centros educativos, con sistemas pedagógicos y proyectos educativos propios.
El decálogo de propuestas empresariales no podría concluir sin destacar la necesidad de promover un acuerdo social y político, que dote de estabilidad al sistema educativo y procure su modernización efectiva. Los empresarios debemos estar en el debate de la Educación del futuro porque la Educación y la Formación nos importan, y mucho, y queremos hacer llegar este mensaje a la sociedad y a las instituciones.