Firmas

Ahorrar no es solo guardar sino saber gastar

Si hacemos memoria todos recordaremos la típica hucha de cerdito que teníamos cuando éramos pequeños. Aquella que nos regalaron con la intención de inculcarnos desde jóvenes la importancia de ser como la hormiga y no como la cigarra, y de tener un colchón de ahorros para hacer frente a futuros gastos o imprevistos. Sin embargo, a medida que crecemos, los gastos cotidianos ganan peso y parece que perdemos de vista este horizonte. No hay mejor momento que hoy, que se celebra el Día Mundial del Ahorro, para recuperar este mensaje y considerar la importancia de ahorrar en nuestro día a día, así como fomentar una auténtica conciencia ahorradora entre los ciudadanos.

Sin duda, la cultura del ahorro se ha ido afianzando en España durante los últimos años. Si de alguna forma ha influido la recesión económica en la percepción de los consumidores ha sido sensibilizándonos de lo necesario que es ahorrar y comprar con cabeza.

La crisis nos ha recortado capacidad de ahorro, sí, pero también nos ha hecho más precavidos y, sobre todo, más críticos. Precisamente, a raíz de esta coyuntura, resulta sumamente positiva la relevancia que está adquiriendo la educación financiera para dotar a los españoles de las competencias y conocimientos necesarios para que puedan manejar de forma responsable e inteligente sus finanzas personales. Partimos de la base de que un consumidor bien informado tomará decisiones de forma más libre. Se trata de un largo camino en el que se han empezado a dar los primeros pasos, pero en el que queda mucho por recorrer.

El mundo digital ha influido de forma decisiva en las nuevas formas de consumir y de ahorrar de los usuarios españoles y el mejor exponente de este cambio son los jóvenes. A pesar de que les ha tocado lidiar con altas tasas de desempleo y precariedad, la generación millennial es, quizás en contra de la creencia mayoritaria, la que mayor esfuerzo ahorrador hace. La tecnología forma parte de su identidad y a través de ella buscan las mejores opciones para exprimir al máximo cada céntimo. En este terreno, las herramientas online, como los comparadores de precios, se han convertido en indispensables y han contribuido a promover más aún la cultura de la comparación y del ahorro en nuestro país, además de aportar transparencia en aquellos mercados más complejos.

En definitiva, desde que los comparadores online se asentaron en el mercado español hace casi una década, han facilitado a los consumidores el ahorro de tiempo y dinero, ayudándoles a tomar decisiones de compra inteligentes.

La generación millennial es la mejor embajadora de estos hábitos consolidados que se han reinventado desde el clásico ?busque y compare y, si encuentra algo mejor, cómprelo?. Una fórmula que se ha extendido a toda la sociedad, sin importar la edad, y que ha demostrado que no está necesariamente fundamentada en la búsqueda de lo más económico.

El precio, aunque es un factor importante, pasa a un segundo plano. Cada vez prima más la calidad y el servicio, y en este punto la información vuelve a ser clave. Por ello, los comparadores debemos seguir trabajando con el fin de poder ayudar al consumidor a tomar decisiones de compra responsables basadas en cada necesidad específica, con un único objetivo en mente: ahorrar, no solo no guardando sino gastando de forma inteligente.

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