
En la actualidad, la crisis griega mantiene en vilo a toda Europa. Nadie pueda anticipar las consecuencias económicas y sociales de un hipotético 'Grexit', pero ya se podido ver lo mucho que algunos países temen la salida de la eurozona de Grecia. Sin embargo, desde el punto de vista económico existe otra cuestión completamente distinta que, aunque ofrece grandes oportunidades para todos, si se ignora, puede provocar consecuencias muy graves. Se trata de la digitalización de la economía y la sociedad.
Y es que, ante la gigantesca ola que se aproxima solo podemos hacer dos cosas: cabalgarla o sucumbir a ella. Es un hecho que las tecnologías digitales han devenido en importantes motores del crecimiento y la innovación. Ofrecen soluciones para innumerables problemas de nuestro tiempo, como la reducción de las emisiones de CO2, la creación de redes de energía inteligentes, la invención de ingeniosos conceptos de movilidad o el desarrollo de soluciones innovadoras en el sector sanitario.
Pero también está la otra cara de la moneda: las nuevas empresas digitales tienen el potencial de hacer desaparecer las marcas más arraigadas. Ahora bien: quien crea que la digitalización consiste únicamente en sustituir los productos pasados de moda se equivoca por completo. Las ofertas digitales ofrecen una evidente mejora en las funciones y los servicios, y permiten orientar el negocio al cliente como nunca antes se había hecho. Por consiguiente, la pregunta fundamental es la siguiente: ¿van a ser desbancadas las empresas tradicionales por las nuevas compañías de base digital o podrán transformarse a tiempo?
Cambio de paradigma
El cambio al paradigma digital ha alcanzado tal dimensión que hace imposible el retorno al mundo analógico. Quien no se suba al tren corre el riesgo de perderlo para siempre. Ha llegado el momento, por tanto, de que la digitalización se convierta en la máxima prioridad en la agenda política y empresarial de Alemania y el resto de Europa.
Pero para ello hay que tener en cuenta que la conversión a la empresa digital no se produce por arte de magia. Existen tres aspectos que caracterizan a los nuevos actores digitales: un pensamiento empresarial global, las competencias de software adecuadas y la transparencia de los procesos de la empresa en tiempo real.
Gracias a Internet, adoptar el primer punto nunca había sido tan fácil. Un ejemplo: en apenas diez años de existencia, Flickr, que cuenta con tan solo 50 trabajadores, ha almacenado y comercializado más fotos que una empresa como Kodak, que cuenta con una plantilla de 140.000 empleados y más de 100 años de existencia. Mientras que el antiguo líder de equipos de fotografía se ha hundido, Flickr no para de crecer.
Modelos de negocio eficientes
En segundo lugar, las empresas digitales solo pueden sacar partido a las competencias de software adecuadas si construyen sus modelos de negocio sobre una plataforma de TI eficiente. Las aplicaciones de software clásicas, que suelen responder al modelo de solución aislada que ofrece accesos insuficientes a los datos, no constituyen unos buenos fundamentos para una empresa digital. Ésa no es la manera de diseñar los nuevos procesos de negocio globales, ni mucho menos la forma de ofrecer los nuevos servicios para una mejora de la orientación al cliente. El software estándar ya no sirve. Como sugiere su nombre, este software no proporciona funciones innovadoras, sino estándar. Las empresas digitales
se basan en plataformas rápidas y adaptables que garanticen la máxima flexibilidad. Por desgracia, en las últimas décadas muchas empresas han perdido las capacidades de software necesarias, unas veces debido a la externalización de servicios, otras veces porque adquieren aplicaciones estándar.
Transparencia
El tercer aspecto es la transparencia de los procesos de la empresa en tiempo real. Aquí se incluye la capacidad de recopilar e interpretar una evaluación integral, es decir, de realizar evaluación 360 grados, de los clientes de acuerdo con una orientación completa hacia el cliente. Éstas son las pautas principales que deben seguir las nuevas empresas digitales. Solo así podrán seguir el compás de los tiempos y hallar las respuestas más apropiadas a las cambiantes necesidades de los clientes.
El ranking mundial de las empresas con más éxito corrobora esta estrategia. Cuatro de las diez marcas más innovadoras del mundo pertenecen a empresas digitales. Y compañías tan importantes como Apple, Google, Amazon o PayPal han conseguido lo que toda empresa tradicional debería conseguir: digitalizarse, centrarse en el cliente y adaptarse por completo.
Ha llegado el momento de sacar a relucir el potencial mediante la digitalización. Porque todo lo que se puede digitalizar, acabará digitalizado; y todo lo que se pueda interconectar, acabará interconectado. La digitalización ofrece enormes oportunidades de mercado a todas las empresas. La empresa que las desaproveche iniciará una lenta agonía que, a largo plazo, culminará con su desaparición.
Karl-Heinz Streibich, consejero delegado de Software AG