
Recientemente se han publicado los resultados de la participación en el programa marco europeo de investigación e innovación (Horizonte 2020) en 2014, su primer año de funcionamiento.
Según datos del Ministerio de Economía y Competitividad, los resultados de este instrumento de financiación de proyectos para España, a nivel absoluto, son muy satisfactorios: 101 proyectos liderados por entidades españolas (15,7%, frente al 10,7% en el VII Programa Marco, predecesor de Horizonte 2020) y 553,3 millones de euros que retornan a España, un 9,5% del total del presupuesto asignado en el periodo (1,2 puntos porcentuales más que en el VII PM). España se sitúa como el quinto receptor de ayudas de la UE-28 tras Alemania, Reino Unido, Francia y Holanda.
Queda demostrado que el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, la Oficina Europea y otros agentes y estructuras que trabajan para potenciar la presencia española en los programas europeos de I+D+i están haciendo un gran trabajo. La participación española en convocatorias de investigación e innovación europeas es de las más altas de la UE, siendo el segundo país que más propuestas (6.717) ha presentado. Sin embargo, de las 2.391 entidades españolas que presentaron propuestas solo 495 reciben financiación, lo que deja a 1.896 con una sensación de fracaso.
La presentación de una propuesta a Horizonte 2020 es un proceso complicado, que conlleva meses de trabajo y coordinación con el consorcio y exige la dedicación de recursos de diferentes departamentos de las entidades participantes, tanto a nivel técnico, como financiero y de estrategia empresarial. Se estima un coste para la entidad de entre 70.000 y 100.000 euros para la presentación de una propuesta.
En muchos casos, los proyectos tienen gran calidad científica y tecnológica y su repercusión a nivel social y empresarial puede ser muy alta, pero la manera de exponerlos no se corresponde con la que la Comisión Europea exige: no encajan perfectamente en las líneas de financiación, se considera que el riesgo técnico, de gestión o financiero es aún muy alto, o simplemente hay proyectos que cumplen mejor los requisitos y el presupuesto llega hasta donde llega.
Esto deja a propuestas que reciben una puntuación muy alta en la evaluación, sin obtener apoyo monetario para realizar las tareas planificadas y con la única esperanza de que algún proyecto financiado no se llegue a realizar, "se caiga", y reciban una notificación de que pueden recibir fondos como "segundo plato".
En Horizonte 2020 se están abriendo menos convocatorias que en programas de I+D previos, con objeto de agrupar la excelencia en menos áreas y, como consecuencia, aumentando la competencia por la financiación europea. Sin embargo, el número de solicitudes ha superado con creces las expectativas. La causa, según el director general de Investigación e Innovación de la Comisión, Robert-Jan Smits, radica en la demanda acumulada entre el fin del programa marco anterior y el inicio de Horizonte 2020 y también en los recortes en financiación para actividades de I+D en algunos Estados miembros, especialmente España y Italia.
El comisario de Investigación, Ciencia e Innovación de la UE, Carlos Moedas, ha manifestado su preocupación respecto a las bajas tasas de éxito globales (inferiores al 15%), indicando que, aún cuando la gran participación es positiva porque permite seleccionar lo mejor de lo mejor, ésta también implica que gran cantidad de entidades están malgastando sus recursos (gasto económico y tiempo) en la preparación de solicitudes sin obtener retorno a cambio. En el VII PM las tasas de éxito se situaban entre el 19-22 por ciento, lo que implica un incremento en el gasto de recursos por parte de entidades europeas de alto valor añadido, en oposición a los objetivos de Horizonte 2020. Por ello, la Comisión estudia medidas para optimizar la fase de preparación de propuestas y aprovechar el trabajo realizado.