Firmas

Irak ya no existe

  • Irak es hoy un país desintegrado, dividido en tres partes

Pese a los píos deseos de los cancilleres occidentales llamando a un gobierno de unidad, Irak es un Estado desintegrado. En este último mes, se ha dividido en tres regiones -chiíes, suníes y kurdos- que luchan entre sí. El apoyo internacional para el Gobierno en Bagdad insiste en condicionar su ayuda a que las tres comunidades principales convivan en armonía. Sin embargo, a los iraquíes no les quedan apenas motivos para creer que pertenecen a la misma nación. Sus vínculos se han roto desde que el radical Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) tomó el control de Mosul, la segunda ciudad del país, el 10 de junio.

Según Nickolay Mladenov, jefe de la misión de la ONU en Irak, los jihadistas se apoderaron de hasta 500 millones de dólares del Banco Central de Mosul tras tomar la ciudad. El funcionario añade que desde entonces han muerto 1.300 personas.

El EIIL era conocido por los analistas, mas nadie vaticinaba una operación tan audaz. Suní, de inspiración wahabista, el movimiento surgió en los primeros años de la guerra de Irak (2003-11) para combatir a EEUU. Era aliado de Al Qaeda, pero su extremismo le llevó a la escisión. Curtido en la guerra de Siria - donde primero se alió con los rebeldes y luego brutalizó su lucha conquistando importantes territorios enfrentado a ellos-, el EIIL reclama ahora además de Siria e Irak zonas que van desde el sur de Turquía hasta Chipre, pasando por Líbano o Israel. Quiere instaurar en ellos un califato extremista y ya controlan un área tan extensa como Jordania.

Corrupto e incompetente

El corrupto e incompetente premier iraquí, el chií Nuri al Maliki, es una figura odiada por todos. El EIIL es un grupo que cree que es su deber divino matar chiíes y cristianos. Otro problema es que los suníes moderados brillan por su ausencia. Los políticos suníes que ocuparon cargos en el pasado reciente fueron considerados sinvergüenzas dedicados a perseguir sus intereses personales. El hecho de que la comunidad suní ha sido incapaz de encontrar a nadie para su revuelta que no sea el EIIL muestra hasta qué punto los suníes se retiraron del nacionalismo iraquí.

El conflicto en Irak es regional por los papeles claves de Siria e Irán. La guerra civil siria se trasladó a su vecino y se puede afirmar que se trata de un solo conflicto. Aunque Irak siga existiendo sobre el papel, en realidad los kurdos tienen su propio Estado y los suníes pueden crear uno nuevo a través del desierto sirio. Las acciones del EIIL han provocado que dos antiguos enemigos - EEUU e Irán- acerquen posiciones. La mayoría chií en Teherán se apresta a ayudar al primer ministro iraquí, Maliki, en su combate contra los insurgentes. Irán no sólo puso en estado de alerta a sus tropas en la frontera con Irak (de 1.450 kilómetros), sino que envió asimismo drones, armas y suministros a Irak. La Guardia Revolucionaria iraní está dispuesta para actuar en caso de que el EIIL intente atacar santuarios chiíes como Samarra, Kerbala o Najaf. Al mismo tiempo, la Fuerza Aérea del régimen sirio de Bachar el Asad está bombardeando posiciones del EIIL en el norte de Irak.

Es fácil hablar de detener el flujo de extremistas, de dinero y de armas al EIIL. No obstante, los terroristas controlan los pozos petrolíferos y otras fuentes de ingresos en el nordeste de Siria y el norte de Irak. Sin olvidar que sus combatientes también han conseguido adueñarse de un arma mucho más necesaria que el petróleo y los tanques: los pozos de agua. Y con la euforia que han provocado sus recientes victorias en los países suníes vecinos al EIIL le resultará fácil reclutar a más jóvenes.

Desaprobación de la gestión

Cuando Barack Obama anunció en 2011 la retirada de tropas de Irak, el 78% de los norteamericanos le dio su apoyo. Hoy la virtual guerra civil afecta al país árabe donde los rebeldes suníes han ocupado un tercio del territorio. El 52% de los estadounidenses desaprueba la forma en que su presidente ha manejado la crisis en Irak. Otro sondeo revela que el 58% no respalda la gestión de la política exterior del actual gobierno demócrata. Una caída de 10 puntos porcentuales respecto del mes pasado. Es el peor índice desde que asumió el cargo, en enero de 2009.

Y es que al final paradójicamente la administración Obama ha caído en la misma trampa que Bush: pensar que bastaba con declarar victoria y volver a casa. Dadas las dimensiones de esta amenaza, EEUU debe trabajar activamente con todos aquellos que puedan contener y derrotar al EIIL. Sobre todo encontrándose en la región más insegura y volátil del mundo.

Marcos Suárez Sipmann, analista de relaciones internacionales

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky