Firmas

Azulejo y cogeneración: binomio de eficiencia y competitividad

Hoy no se entendería el proceso industrial del sector azulejero sin la cogeneración. Es una industria bien asentada, líder en su sector, segundo productor europeo y tercer exportador mundial, un liderazgo conseguido gracias al esfuerzo y trabajo diario.

Es intensivo en consumo energético y el gas natural es su principal fuente de energía. Su idoneidad en el proceso productivo, en particular en la atomización para preparación de materias primas, impulsó la inversión en sistemas de cogeneración con gas natural hasta tener unas 80 instalaciones con 300 MWe, generando 1.500 GWh anuales.

Las cogeneraciones cerámicas se caracterizan por su alto nivel de eficiencia energética con un rendimiento de entre 85-90%. Todos los gases calientes se aprovechan y la energía eléctrica generada se utiliza en el proceso de producción y el resto se vende a la red. El ahorro en energía primaria que estas instalaciones aportan al sistema es superior al 10%, por lo que la cogeneración azulejera tiene el reconocimiento de alta eficiencia al cumplir sobradamente los requisitos establecidos en la Directiva 2004/8/CE. La reforma introducida por el Gobierno a través del RDL 9/2013 ha eliminado el complemento de eficiencia y la bonificación por reactiva que supone una pérdida de ingresos para el sector de 25 M?.

Además, la propuesta normativa para el nuevo régimen retributivo tendrá una repercusión económica anual de 28 M? adicionales. En total, casi 53 M? menos de ingresos, poniendo en riesgo la viabilidad de la cogeneración, la competitividad de las empresas y, por lo tanto, pérdida de empleo y cierres.

Cualquier incremento en los costes energéticos supone una gran pérdida de competitividad, siendo inviable trasladarlo a los precios finales en un sector muy dañado que opera con unos márgenes muy ajustados, difíciles de sobrellevar. Es necesario que el Gobierno establezca una política energética de largo plazo, eficiente y sostenible, que permita el desarrollo de la actividad industrial de forma ordenada, sin sobresaltos, y sin un continuo cambio de criterios que invaliden importantes decisiones inversoras que pueden llevar a la ruina a nuestras empresas.

La cogeneración, especialmente la de alta eficiencia, debe ser reconocida y valorada. Una política energética coherente debería de priorizar la eficiencia y la competitividad industrial como ejes de un modelo sostenible. Hoy no se entendería al sector azulejero sin la cogeneración, sin embargo, sin una política energética sostenible tampoco se entendería al actual sector azulejero español.

Isidro Zarzoso. Presidente de Ascer

Tribuna incluida en la edición de marzo de la revista Energía. Suscríbase gratis y recíbala todos los meses.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky