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Europa necesita una España con crédito

  • En Alemania empieza a preocupar el 'coma inducido' por la austeridad en el sur
  • Los ajustes se deberían de haber paliado con crédito y bajadas de impuestos

La troika está por Madrid, parece que les ha llamado la atención la falta de crédito, especialmente a pequeñas empresas y autónomos, sector que abarca más de un tercio del tejido productivo de este país en cuanto a la población que agrupa. Desde Alemania llegan noticias sobre la posibilidad de que desde aquel país puedan llegar créditos bilaterales para pequeñas y medianas empresas. En el caso español los fondos, alrededor de los 10.000 millones, se instrumentarían con capital germano, es lo que ya se denomina como mini plan Marshall.

Después de más tres años de duros ajustes y restricciones para los países del sur, cunde la idea de que sin apoyo al crecimiento económico los países están condenados. Desgraciadamente y para darse cuenta de ello hemos necesitado rebasar la cifra del 27% de la población activa en desempleo, con el agravante del desempleo juvenil y el paro de larga duración, amén de los desahucios.

Con todo mi respeto a los alemanes, vaya por delante mi gratitud a esta iniciativa, la propuesta no es altruista, pero bienvenida sea. Parece que por fin se empiezan a tener presente los denominados desestabilizadores automáticos que surgen en una situación como la actual y que amplifican la recesión económica conduciéndonos hacia una gran depresión. La situación económica en la periferia irrumpe en la campaña para las elecciones alemanas, preocupa, cada vez con más intensidad el "coma inducido" que la austeridad ha traído a los países del sur. La demanda y obligación de llevar a cabo estas medidas han esterilizado para el sector público la rebaja de tipos de interés y las medidas adicionales llevadas a cabo por el BCE. El dinero no llega a la economía simplemente porque ningún banco va a prestar, por muy saneado que esté, si la demanda de crédito no es medianamente solvente, quizá alguien olvida que para que haya solvencia es necesario crecimiento, no contracción; son ya siete trimestres consecutivos de caída y previsiblemente el presente también lo será.

Bueno, pero no suficiente

Las medidas de estabilidad presupuestaria son necesarias si bien se deberían acometer rebajando el gasto público, el recorte de nuestra elefantiásica administración, y a la vez bajando impuestos directos, IRPF y Sociedades. Las reformas en el mercado de trabajo acertadas, aún cuando el momento empleado es el menos proclive, sin ella nos hubiéramos ido a cifras más intensas de destrucción de empleo. Un reequilibrio o planteamiento de nuestro sistema de pensiones es incuestionable, pero va a lastrar las perspectivas de consumo de un grupo de población muy importante como son los jubilados. La reforma de la educación donde gane peso la formación profesional, la formación y el empleo, es básica pero tarda en ver sus frutos. Insisto son, todas ellas, sin lugar a dudas medidas que había que tomar pero las mismas deberían haberse paliado con crédito e, insisto, bajada de impuestos. La inexistencia de ambas nos ha llevado a pasarnos de frenada, se han bloqueado los frenos y hemos derrapado peligrosamente, sin ningún desestabilizador.

Sin embargo, nuestro país y el Gobierno tienen la obligación de no pararse ahí, se necesita una amplia reforma de nuestra economía y una baza fundamental es favorecer el crecimiento económico, aquí el crédito es nuestro aliado. La medida que los germanos parecen contemplar es totalmente bienvenida, lo repito una vez más. Sin embargo, no debe ser la única. Nosotros debemos esforzarnos en abrir más vías de financiación. Podemos tomar como ejemplo el MARF (Mercado Alternativo de Renta Fija), que puede y debe abrir vías de financiación no bancarias a nuestras empresas. Es fundamental para la estructura de financiación no depender tanto del crédito bancario, el predominante desde hace décadas. Además estas medidas pueden aliviar los balances de los bancos. Los préstamos deben hacer que el capital riesgo desaparecido vuelva a estar presente nuevamente como vehículo de financiación a largo plazo. Desde Bruselas se reclama una mayor desfocalización bancaria del crédito mediante vías alternativas. No solo hay que decirle a la gente que tiene que emprender, montar su pyme o ser autónomo.

Cualquiera entiende que el desarrollo de ideas durante el inicio pasa por obtener préstamos, por no ahogar por falta de liquidez a las empresas, por invertir en ellas. España ha sido, sigue siendo y será un socio de fiar en Europa. Su gente, no el Gobierno que encima sube impuestos, está detrás de la caída de la prima de riesgo y la mejora de la balanza comercial. En España a diferencia de otros países los alemanes no son mal vistos, ni odiados. Los principales periódicos alemanes nos reconocen como socios fiables, refieren como aquí se están haciendo lo que en otros lugares no son capaces de llevar a cabo. La consolidación presupuestaria y otras medidas son necesarias pero deben venir acompañadas de medidas de crecimiento, si no la Europa del euro un proyecto majestuoso y apasionante se romperá y la gran partida se habrá jugado en España.

No, no es baladí afirmar que el futuro de la moneda única, el euro, se juega en la península ibérica, especialmente en España. Alemania es consciente de que el nudo se ha tensado demasiado sobre nuestro cuello y ahora nos ahogamos. Finlandia y Holanda sienten ya la crisis del crecimiento del euro, la demanda interna alemana no tira tampoco del carro. Europa es el mayor problema económico actual en el mundo.

Por Miguel Ángel Bernal, coordinador del Departamento de Investigación y profesor del IEB.

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