
Los últimos datos de la balanza comercial del primer trimestre confirman los augurios de la Comisión Europea acerca del liderazgo de España en materia de comercio exterior. Nuestro país está a la cabeza de la UE en volumen de ventas al exterior, y es que en los dos primeros meses del año se ha logrado aumentar las exportaciones en un 5% con respecto al mismo período del año anterior. Dato que contrasta con el leve incremento del 0,3% de la Eurozona y el mínimo avance de una décima de Alemania entre enero y febrero, especialmente destacable considerando su tradicional posición como mayor exportador europeo.
En este momento, las exportaciones son la tabla de salvación para España que atraviesa por una difícil situación económica, con una demanda interna muy debilitada y con un contexto industrial dañado por los efectos de la crisis, a nivel financiero, económico y social. Los datos reflejan que aquellas empresas que desarrollaron su negocio en el exterior consiguieron capear mucho mejor la bajada de la facturación sufrida por el mercado español que las que no tomaron medidas de internacionalización.
El sector de los bienes de equipo, con un peso del 19% sobre el total, es el que ostenta el mayor volumen de ventas al exterior de nuestro país con una facturación superior a 33.400 millones de euros en 2012. Una posición de liderazgo que mantiene por tercer año consecutivo. Esta industria engloba a más de 1.000 empresas dedicadas al diseño y fabricación de equipamientos para las industrias manufactureras y de proceso, así como de servicios básicos (agua, energía, transportes y comunicaciones). Un eslabón fundamental de la estructura industrial y económica, fiel indicador de eficiencia y calidad productiva. Asimismo es una parte esencial del proceso de innovación tecnológica y de la incorporación de la I+D+i al ciclo productivo.
Desde el sector creemos conveniente reforzar más si cabe el apoyo a la exportación de bienes y servicios y continuar en la senda del impulso de medidas de estímulo que favorezcan la internacionalización. Las exportaciones son el mejor aliado para compensar la tónica contractiva de la demanda interna que conlleva el retroceso del PIB. Una de las medidas que debería tomar el Ejecutivo, de forma prioritaria e inmediata, es establecer mecanismos que permitan invertir y crecer a la base industrial de las compañías exportadoras, al mismo tiempo que dé alas e impulso a las pymes para vender en el mercado internacional. No podemos olvidar que la pyme industrial es un potencial generador empleo y que mejora la contribución a la economía española. Las pymes son el motor del país y, por lo tanto, hay que darles oxigeno, músculo y capacidad para crecer creando riqueza y puestos de trabajo. En la patronal del sector de bienes de equipo (Sercobe) llevamos 40 años apostando por la exportación e internacionalización de las empresas, pues son piedras angulares en la supervivencia y el futuro de la industria española. Todos los esfuerzos realizados en épocas de bonanza económica, cuando quizá el mercado exterior no era un objetivo prioritario, han posibilitado que las empresas del sector tengan ahora una trayectoria exportadora sólida y proyectos de peso en marcha.
El tejido industrial de España, por suerte, mantiene una imagen competitiva y de calidad fuera de nuestras fronteras, siendo en algunos sectores como el ferroviario o la ingeniería un referente a nivel mundial. De hecho, en cuanto a infraestructuras férreas se refiere, ocupamos la segunda posición del ránking detrás de China y estamos a la cabeza de Europa. Pese a esto, debemos seguir trabajando en un plan de revitalización de la reputación industrial dentro y fuera de nuestros límites. Es precisamente aquí donde la inversión en I+D+i es primordial para competir con fuerza en el escenario internacional ya que vía precio poco se puede hacer frente a otros países como los asiáticos.
Hacienda baraja la posibilidad de eliminar las deducciones a la inversión en I+D en el Impuesto de Sociedades. Una medida que podría perjudicar a los resultados en términos de productividad y competitividad. Según el informe "Impacto de la I+D+i en el sector productivo español", elaborado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, las empresas que innovan exportan un 18% más y generan un 2% más de empleo que aquellas que no lo hacen. Según su dimensión, las organizaciones pequeñas elevan sus ventas seis puntos porcentuales mientras que las de gran tamaño lo hacen un 1%.
Este es uno de los motivos por los que es preciso continuar con este esfuerzo desde todos los ángulos, públicos y privados, pues el futuro de la industria española pasa inevitablemente por la innovación, el desarrollo tecnológico y la internacionalización de nuestras empresas.
Antonio Garcíapons, director general de la asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe).