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Comprar mejor para 'curar' la sanidad

La marea de ajustes o, como son conocidos popularmente, recortes en sectores clave de nuestra economía se extiende de manera (casi) inevitable. Entre todos, la sanidad es un área especialmente sensible. La crisis económica está obligando al Gobierno a introducir cambios en un modelo que hasta ahora parecía intocable: copago de medicamentos, reducción de turnos y de personal, disminución de las compras, etc. Parece que la única manera de frenar el gasto público es compartir costes entre todos o, peor aún, paralizar la compra de bienes y servicios esenciales.

Pero ¿cómo podría el Estado ahorrar más manteniendo la calidad en la prestación de este servicio? La respuesta es: comprando mejor. Y aquí las nuevas tecnologías tienen mucho que decir. Nuestra experiencia nos permite pronosticar que, si se generalizasen en España los procedimientos electrónicos en las compras de bienes y servicios, el sector público se ahorraría muchos gastos innecesarios, y al mismo tiempo ganaría en transparencia y eficiencia.

¿Qué es comprar mejor? No comprar menos, sino de manera mucho más eficiente. La subasta electrónica es una demostración práctica, aunque poco explotada en España, de cómo mejorar las compras públicas, incluyendo el sector sanitario. Permite recibir mayor número de ofertas de proveedores en una amplia gama de categorías, mejorando las posibilidades de negociación para obtener precios más ventajosos.

Hablamos con conocimiento de causa. En el sector sanitario, como en otros muchos, este procedimiento es norma para la adjudicación de bienes y servicios en naciones como Gran Bretaña, Francia, Italia y Estados Unidos desde hace más de una década. De hecho, en la mayor subasta celebrada hasta ahora en Internet, BravoSolution adjudicó la selección de personal para actividades administrativas y sanitarias de 2.000 hospitales de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, con un ahorro de 200 millones de euros en los tres días que duró el proceso.

En España apenas hemos evolucionado en el campo de la contratación y las compras mediante plataformas electrónicas -muchas veces por temor a lo desconocido- y su implantación es testimonial.

Al menos contamos con un precedente, este mismo año, que da idea de hasta qué punto es posible ahorrar comprando mejor. Solamente en una subasta celebrada en el sector de sanidad en Valencia, que duró 45 minutos, se ahorraron 437.000 euros, un 32 por ciento menos respecto al importe inicial de la licitación. Hasta el último minuto se obtuvieron mejoras de los precios de oferta.

Es decir, en menos de una hora una Administración se dejó de gastar medio millón de euros en su adquisición de servicios básicos. ¿De qué cifras hablaríamos si todo el sistema sanitario generalizara sus procedimientos electrónicos de compras en todos los conceptos?

Según nuestra experiencia, el ahorro potencial que se obtendría en la sanidad española con un sistema de compras 100% en línea sería de entre un 10% y un 15% respecto a los precios de mercado, utilizados como referencia para las ofertas de salida.

Esto equivale a miles de millones de euros anuales, e incluye todas las partidas que se pueden adjudicar por procedimientos electrónicos: suministro de equipos médicos, fármacos, material de oficina, alimentos y, por supuesto, contratación de personal.

Además del ahorro económico, no olvidemos las ventajas cualitativas de un proceso electrónico, desde el lanzamiento de la oferta hasta la adjudicación final: menor duración, drástica reducción de la burocracia y el papeleo, mayor transparencia y mayor fiabilidad de los potenciales proveedores.

El propio Ministerio de Sanidad propuso en su informe anual de 2010 medidas para reducir el gasto corriente como "mejoras en la gestión de compra de bienes y servicios. Por ejemplo, la centralización de compras, mejora de la logística y renegociación de contratos".

Un sistema online controla las propuestas y no deja nada al azar: todo queda registrado y no hay lugar para la insolvencia o el favoritismo. Se garantizan los mejores precios (a menudo muy inferiores a los precios de mercado) de los mejores proveedores. En suma, control y eficiencia, dos pilares básicos de una compra eficiente en cualquier capítulo.

La gestión electrónica de compras puede convertirse en la gran palanca para sanear progresivamente nuestra sanidad sin necesidad de acometer más ajustes. Esperamos, y seguimos trabajando por que así sea, que la cultura electrónica vaya implantándose de manera progresiva en este sector.

Pablo Parellada, director general de BravoSolution.

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