Soy de los españoles que estarán pendientes de la comparecencia del presidente del Gobierno. Confieso que mis expectativas no obedecen a que el análisis de la situación que haga Rajoy y las propuestas consecuentes con él puedan sintonizar con mis visiones, preferencias y convicciones. Simplemente, espero y deseo, por salud mental, que se nos ofrezca un discurso lógico con sus principios, acorde con su filosofía y sobre todo articulado en compromisos, proyectos, previsiones, plazos y objetivos. Una diagnosis y una terapia con vocación de alternativa de Estado, sean éstas las que sean. Es cuestión de seriedad y respeto a la ciudadanía.
Las palabras recientes de Montoro anunciando que todos los ciudadanos pagarán menos impuestos al final de la legislatura, aparte de que suenan a caramelo inconsistente, provocan de inmediato dos preguntas: ¿todos? y ¿por qué?
Del mismo modo, ministros, dirigentes y publicistas proclaman un final venturoso en el que el crecimiento económico y la creación de empleo anuncien el final de la crisis. Mientras esto se repite una y otra vez, 40.000 pequeños y medianos comercios notifican su cierre y, con ello, la pérdida de empleo. Moody's sitúa el déficit en 40.000 millones. Se augura una recesión profunda que además se verá agravada con los recortes del gasto público. Un 30% de la capacidad productiva del país está sin utilizar, y a ello se le añaden escándalos, abusos en contratos blindados, barra libre para la banca y demás señales de un caos económico que es rentable para una minoría instalada.
¿Cuál es la hoja de ruta? ¿Qué hay más allá de desarticular el Estado de Bienestar? ¿Qué expectativas medianamente fundamentadas se tienen? ¿Todo se confía al albur del mercado y a la recuperación de la confianza? ¿Austeridad es sinónimo de recortes en el gasto público? ¿Los Gobiernos no pueden decirle a sus compatriotas cuáles son los horizontes concretos que persiguen?
Estas cuestiones sirven para distinguir la seriedad de las chapuzas sin sentido de proyecto.
Julio Anguita, excoordinador general de IU.