El candidato a la Secretaría General del PSOE ha puesto al presidente de la Junta de Andalucía entre la espada y la pared. Rubalcaba , consciente de que le faltan apoyos en esa autonomía, se desplazó la semana pasada a Sevilla para tratar de garantizarse el respaldo de los delegados andaluces en el Congreso que el partido celebrará en febrero. Pero con las elecciones andaluzas tan cerca, Griñán es consciente de que no puede posicionarse, pues le podría perjudicar. Así que ha optado por la calle de en medio: ni Chacón ni Rubalcaba , los miembros de su Ejecutivo no se pueden pronunciar. Asunto zanjado.