
En Andalucía convergen dos corredores ferroviarios prioritarios en la Red Transeuropea del Transporte diseñada por la Unión Europea como son el Atlántico y el Mediterráneo, dos infraestructuras que son estratégicas y esenciales para el desarrollo económico de la comunidad. Andalucía es la puerta del sur de Europa y su imbatible posición geoestratégica en las rutas del transporte mundial convierten a la comunidad en una potencia logística de primer nivel. Nuestra red de puertos y el millar de kilómetros de nuestro litoral, abierto al Atlántico y al Mediterráneo, necesitan de forma inaplazable del desarrollo de estos corredores que nos conecten con Europa y con los mercados internacionales, por lo que exigimos un trato equitativo en las inversiones y ejecución de estas comunicaciones para no quedarnos atrás.
Cada día que pasa sin que se complete esta red ferroviaria es perder opciones en la carrera logística y es, además, una merma en competitividad y desarrollo para Andalucía, ya que otros territorios nos están aventajando con su posicionamiento por adelantado, por lo que corremos el riesgo de que Andalucía se quede fuera con el cierre de la cremallera ferroviaria fuera de nuestro territorio, en beneficio del centro y norte peninsular.
El escaso avance del tramo Algeciras-Bobadilla es, sin duda, el más nítido ejemplo del histórico retraso que sufre Andalucía en el desarrollo de esta infraestructura, que ya fue planteada hace más de un siglo por el Gobierno de España para conectar Andalucía con el sur de Francia y Europa.
En la actualidad, los territorios no solo compiten por su posición geográfica, sino también por la potencia y eficacia de sus cadenas logísticas, que tienen en el medio ferroviario uno de sus puntales y en Andalucía es, sin embargo, el eslabón más débil y su auténtico talón de Aquiles, cuando se trata del modo de transporte más sostenible y eficaz por su con gran capacidad de carga y penetración.
El transporte de mercancías supone solo el 4% en Andalucía cuando en Europa ya alcanza el 18%. Estas conexiones ferroviarias son vitales para mejorar la intermodalidad de nuestra cadena logística, lo que supondrá además un imán para la llegada de inversiones y proyectos y para fomentar el desarrollo de nuestro tejido productivo. Por todo ello, el empresariado andaluz, desde la unidad de acción y el empuje acompasado de la CEA y las Cámaras de Comercio, reclamamos a nuestros gobernantes un compromiso claro y firme con la ejecución de estos corredores porque está en juego el futuro de Andalucía.