
Si finalmente se lleva a cabo la revisión de los precios de los medicamentos no sujetos a sistema de precios de referencia anunciada la semana pasada por el presidente del Gobierno las empresas farmacéuticas catalanas serán las más impactadas, pues la mayoría entrará en pérdidas y un tercio de ellas se verán abocadas a cesar su actividad.
Así lo anunciaron hoy en rueda de prensa en Barcelona los vicepresidentes de Farmaindustria representantes del grupo nacional de la Asociación, Jorge Gallardo, Antoni Esteve y Rafael Juste, acompañados por Xavier Font, en representación de las pymes farmacéuticas, junto con el Presidente de la Asociación, Jesús Acebillo.
Una medida inasumible
Todos ellos coincidieron en que se trata de una medida inasumible para el sector farmacéutico español, que pone en riesgo el actual modelo de industria farmacéutica que opera en España. En concreto, alertaron de la destrucción de un importante tejido industrial de pequeñas y medianas empresas generadoras de empleo de calidad y valor añadido.
La industria farmacéutica nacional estima que unos dos tercios de sus empresas tendrán pérdidas el próximo año, y que más de un tercio de empresas españolas se verán abocadas a cesar su actividad por el efecto acumulativo de estas medidas con las ya adoptadas en marzo, que ya eran muy nocivas para la industria nacional, con la consiguiente pérdida de mercado al llevar a las compañías a graves pérdidas en sus cuentas de resultados.
Junto a los impactos que de todo ello se derivará en materia de empleo y competitividad, el presidente y los vicepresidentes de compañías nacionales de Farmaindustria se refirieron a las consecuencias que estas medidas tendrán en el proceso de internacionalización de las empresas españolas, necesario para disminuir su dependencia del mercado interno.
Cifras relevantes
?Estas medidas van a estrangular este proceso?, señalaron, poniendo de manifiesto que en un país como España, con un déficit comercial crónico, la capacidad exportadora de un sector es una variable muy importante a la hora de analizar su carácter estratégico, y que las exportaciones de medicamentos han pasado de representar el 1,8% del total de exportaciones españolas en 2000, al 5,1% en 2009, año en el que han alcanzado la cifra record de 8.100 millones de euros.
Las empresas españolas suponen aproximadamente el 20% del mercado farmacéutico nacional, pero su importancia para el país va mucho más allá. Además de su carácter estratégico, dado que todos los países desean tener una industria farmacéutica sólida, las compañías españolas suponen el 40% de la inversión en I+D que desarrolla el sector en España (líder con más del 20% de toda la inversión en I+D del país), con más de 400 millones de euros, y genera casi la mitad del empleo, con más de 18.000 puestos de trabajo directos.
Además, ha apostado por mantener en España sus instalaciones productivas y sus principales proyectos de investigación, incluso a pesar de la creciente competencia de otros países de nuestro entorno que ofrecen importantes garantías y ventajas para las inversiones en este ámbito.
Sin efecto en la demanda
La industria farmacéutica española hace hincapié en que una revisión a la baja del precio de los medicamentos no soluciona el problema de fondo del déficit sanitario, pues incide a corto plazo en el precio de la oferta (estancado desde hace años) pero no actúa sobre la demanda (con tasas de crecimiento cercanas al 5% anual), que es la verdadera causa.
Además considera un error de concepto utilizar medidas estructurales para atajar un problema coyuntural, pues una rebaja de precios de los medicamentos innovadores tiene efectos que permanecen en el mercado más allá del periodo coyuntural de crisis económica o de déficit público.
Por todo ello, el presidente y los vicepresidentes del grupo nacional de Farmaindustria demandaron al Ejecutivo un esfuerzo por hacer compatibles los ajustes presupuestarios que necesita la economía española con la viabilidad del sector farmacéutico, de manera que se puedan limitar los daños y no se condene a la reconversión forzada a una industria con capacidad tractora sobre la investigación, el empleo y la calidad de nuestro sistema sanitario.
Asimismo, remarcaron el compromiso del sector farmacéutico con la sostenibilidad de las cuentas públicas, de lo que ha dado muestras no sólo en estos momentos de gravedad sino durante años, y recordaron que los países más desarrollados tienen un Plan Estratégico para este sector, actuando, pues, de forma contraria a como se está haciendo en España.
Conclusión de los expertos
Concluyeron recalcando que la industria farmacéutica desarrolla una actividad especialmente atractiva para configurar un sector industrial moderno y dinámico y que se trata de un sector que todo país quisiera tener fuertemente implantada en su territorio por su alta productividad, su dinamismo en términos de comercio internacional, por su capacidad generadora de empleo de muy alta cualificación y calidad, por ser motor de inversión en actividades de I+D, y por sus fuertes externalidades positivas sobre el resto de sectores económicos (más de 8.000 millones en 2009).