
El Gran Teatro Pavón de Madrid prepara rentrèe con el montaje sobre Carmen Díez de Rivera, quien fuera jefa de gabinete de la Presidencia de Adolfo Suárez en la Transición. Carmen, nada de nadie rinde homenaje a la figura irrepetible de una mujer libre, feminista e independiente y que regresa a la cartelera madrileña tras su exitoso estreno y reposición en la temporada pasada en el Teatro Español. La cita es el martes 2 de septiembre.
Escrita por Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García, la obra les valió el Llàntia en los VIII Premios de Teatro José Estruch. Carmen, nada de nadie retrata a una mujer valiente, de orígenes aristocráticos, con la vida arrebatada por una mentira familiar que supuso para la joven reconstruirse y superar la soledad e incomprensión hasta tomar las riendas de su propio camino, por encima de sus circunstancias personales y sociales.
Dirigida por Fernando Soto, Beatriz Argüello da vida a Carmen, rebautizada por Francisco Umbral como musa de la Transición y que durante el Gobierno de Suárez ocupó un puesto que ninguna mujer había desempeñado hasta entonces. Elegida eurodiputada en los 80, murió en 1999 a los 57 años.

Carmen, nada de nadie surgió de la fascinación por esta mujer que inspiró a Justo Tallón y a Miguel Pérez. Obsesionado con la idea de escribir esta historia, Tallón encontró en Pérez su compañero de viaje. Carmen Díez de Rivera nació con las cartas marcadas. Se crio entre algodones, en el seno de una familia aristócrata madrileña. A los 17 años, se enamora de Ramón Serrano Suñer Polo. Será al solicitar la partida de bautismo para contraer matrimonio, cuando le comunican la gran mentira que condicionará su vida. Esa boda no se puede celebrar. Su novio es su hermano. Y el que creía su padre, Francisco de Paula Díez de Rivera y Casares, marqués de Llanzol, no lo es. Una tragedia griega que tiene su origen en la relación de su madre, Sonsoles de Icaza y de León, y su amante, Ramón Serrano Suñer. Una explosión mediática que escandalizó a aquella España: la marquesa era amante del cuñadísimo (Serrano Suñer era cuñado de Carmen Polo, la mujer de Franco). Él, abogado de carrera y uno de los arquitectos del Régimen, fue una figura fuerte del dictador. Desempeñó el cargo de ministro de Franco en seis ocasiones.
Con el corazón roto, Carmen renunció a los privilegios de cuna y decidió escribir su propia historia. Eligió la libertad, la soledad y la incomprensión. Mientras trabajaba en la Revista de Occidente, estudió Filosofía y Letras y Ciencias Políticas. Se especializó en Relaciones Internacionales. De una inteligencia brillante, pasó por La Soborna de París y por Oxford en Reino Unido. Un viaje a África le abrió la mente al mundo y su amistad con Juan Carlos de Borbón le abrió las puertas. Conoció a Suárez, por entonces, director general de TVE. En 1976, cuando es nombrado presidente de Gobierno, el político abulense forma el gabinete de Presidencia y nombra a Carmen jefa. Un cargo que no ha vuelto a desempeñar ninguna mujer.
Esta producción, que cuenta con un reparto encabezado por Beatriz Argüello, Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massan, permanecerá en cartel del 2 al 14 de septiembre en el Gran Teatro Pavón de Madrid.