Evasión

Lalo García, de ser dos veces deportado a vivir el sueño 'mexicano' y lucir una estrella Michelin: "La cocina no fue una elección, fue lo que había"

Hay quienes afirman creen acérrimamente que el destino existe y que, por ende, nuestro camino está escrito. Desde luego que Eduardo 'Lalo' García no pertenecía a ese grupo o por lo menos no se imaginaba que cuando comenzó a trabajar con 16 años en Atlanta, Estados Unidos, como lavaplatos sería el primer escalón que le llevaría a convertirse en uno de los cocineros más reconocidos de México y obtener recientemente su primera estrella Michelin en su restaurante Máximo.

Además de la huella que ha dejado y que sigue construyendo en el mundo de la alta cocina, el chef mexicano es conocido por su compromiso social y por la historia que hay detrás de su proyecto: Recetas para pertenecer: migración, desplazamiento, trabajo y comunidad.

"Me metí a la cocina por necesidad"

En medio del contexto de una política migratoria que permitió la regularización durante la administración de Ronald Reagan, con apenas nueve años, Lalo García y su familia cruzaron la frontera en busca de nuevas oportunidades que les permitieran ganarse la vida. Durante una época, trabajó recogiendo fruta y verdura en el campo y vivió en su propia piel cuáles eran los efectos en la salud de los pesticidas y agroquímicos a los que estaba constantemente expuesto, los mismos que causaron la muerte de su padre.

Vivió indocumentado y en dos ocasiones fue deportado, una en 2000 y otra en 2007, y relata que por aquel entonces las únicas dos opciones eran la construcción y la cocina, ambas profesiones donde no se requerían papeles. "Yo no me metí a trabajar a la cocina porque pensé que las estrellas existían. Yo me metí por necesidad, o sea yo jamás pensé que eso es lo que me iba a dedicar el resto de mi vida", conversa García en una entrevista concedida a EFE.

Y aunque recuerda pensar que jamás iba a regresar a México y que se trataba de un "país donde no se podía avanzar", la vida una vez más le sorprendió.

Vivir el sueño 'mexicano'

A Lalo García también le habían metido en la cabeza la idea de emigrar a Estados Unidos en busca de "vivir el sueño americano", cuando tiempo después descubrió que México también era un país con oportunidades y que el "sueño mexicano" también existía. Prueba de ello es el éxito que ha recogido desde 2011 con su restaurante Máximo Bistrot, donde fusiona la cocina mexicana con las técnicas francesas.

Ahora está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera gastronómica, tras haber ganado la que es su primera estrella Michelin con el restaurante nombrado. No obstante, ese no es su único proyecto, ya que también lidera Lalo! y Gala Panadería.

De igual forma, tampoco le sorprende a nadie que su carrera también esté marcada por su compromiso social. Más allá de su trabajo en los fogones, hemos podido observar cómo en numerosas ocasiones ha aprovechado su altavoz y ha contribuido en diversos proyectos enfocados en la educación y apoyo a las comunidades más vulnerables. Como embajador de Save the Children, organiza unas veinte cenas al año y todos los beneficios van directos a la organización, un proyecto con el que se siente especialmente ligado al haber sido él un niño migrante.

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