Evasión

Celebramos el centenario de Ana María Matute: dos relatos inéditos de una voz imprescindible y la exposición 'Quien no inventa no vive'

  • Destino publica una nueva edición de Los niños tontos. Escrito a finales de los 50, este título compila ahora 23 relatos breves: los 21 del lanzamiento original y dos inéditos. El ahogadito y El otro niño tonto, publicado en 1953
Ana María Matute

"Quien no inventa no vive". Cinco palabras de Ana María Matute nos sirven de guía para mirarnos en su escritura, en su legado, en su voz, considerada como nuclear de la literatura española de posguerra (Premio Cervantes 2010). Celebramos el centenario de su nacimiento este 26 de julio de 2025 y recopilamos nuevas ediciones, dos relatos y inéditos y la exposición de Biblioteques, en Barcelona, que rinde homenaje a la escritora en su ciudad natal.

Volvemos al lema de Matute (Quien no inventa no vive), síntesis de su visión del mundo y de la vida. Una visión que inspiró al ilustrador Diego Mallo para mostrarnos la mirada de una mujer avanzada a su generación a través de sus retratos de aire warholiano. Tercera mujer que ingresó en la RAE con el sillón K (en 1998), fue reconocida con el Cervantes en 2010. Traducida al inglés, francés, japonés, noruego, lituano y polaco, entre otras lenguas, la escritora murió a los 88 años, en 2014, en su Barcelona natal.

Ana María Matute, del ilustrador Diego Mallo

Y la generación de los niños asombrados

Destino publica una nueva edición de Los niños tontos. Escrito a finales de los 50, este título compila ahora 23 relatos breves: los 21 del lanzamiento original y dos inéditos. El ahogadito, que sufrió el tijeretazo de la censura de 1956; y El otro niño tonto, publicado en 1953 en una revista, pero nunca antes incorporado al conjunto. Un libro que se abre como una ventana a la belleza en un mundo marcado por los años de estrecheces y silencio de la posguerra. Según su autora, no es un libro para niños, sino sobre niños: su mirada inocente y lúcida en el intento de comprender un entorno hostil. La autora nos revela imágenes de descubrimiento y compone una fotografía impresionista de la niñez, la etapa más rica en experiencias y sensaciones. La extrañeza de la crítica ante este libro por el hecho de que los protagonistas fueran niños hizo que se consideraran cuentos infantiles. Molesta ante esta etiqueta, la autora mandó poner una faja que rezaba: "¡Este no es un libro para niños!"

Destino también ha lanzado nuevas ediciones de Primera memoria y de Olvidado rey Gudú como tributo a su figura esencial porque la barcelonesa supo "transformar el dolor y la inocencia en literatura universal". Como visionaria, Matute "rompió con las narrativas tradicionales al dar voz a los marginados, explorar la infancia desde una perspectiva auténtica y abordar los traumas de la posguerra española". Creó historias transversales en el tiempo, buceó en la infancia, en la soledad y en la sociedad española de posguerra. Acuñó la generación de la Guerra o generación de los niños asombrados para reunir a aquellos autores que vivieron su niñez en años de la Guerra.

Para celebrar su obra, encontramos dos incorporaciones al catálogo: El río y Algunos muchachos; y reediciones de la trilogía de Los mercaderes (Primera memoria, Los soldados lloran de noche y La trampa); Los hijos muertos y Paraíso inhabitado. También, en Austral imprescindibles, su gran novela Luciérnagas. Un relato sobre el paisaje deshumanizado de la Guerra Civil, con la represión, la pobreza y el hambre en una Barcelona arrasada. Luciérnagas, finalista al Nadal en 1949, no se publicó hasta 1955 por la censura franquista.

Libros, cartas, fotos y dibujos: la exposición

La exposición organizada en honor a Matute recorre su vida a partir de objetos, libros, cartas, fotos y dibujos de la autora, acompañados por su propia voz. A lo largo del recorrido, podemos escucharla como homenaje a sus historias a través de cinco etapas pilares en su biografía: infancia, juventud, madurez, depresión y renacer.

Comisariada por la editora y filóloga María Paz Ortuño Ortín, la muestra que lleva por título Ana María Matute. Quien no inventa no vive hace referencia a la férrea defensa de la invención de historias como valor supremo y forma de estar en el mundo. Está organizada por el Instituto Cervantes y el Ministerio de Cultura, Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura, con la colaboración de Biblioteques de Barcelona y la Agencia Balcells. Se puede visitar en la Biblioteca Jaume Fuster en Plaza Lesseps, 20-22 hasta enero de 2026.

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