
Argentina es tierra de grandes historias, de matices, de contradicciones, de intensidad emocional. Un país único, como lo son sus producciones audiovisuales. Su cine, a lo largo de las décadas, ha sabido recoger todo eso y mucho más. Desde thrillers que ganaron un Oscar hasta dramas políticos que enfrentaron al poder, comedias costumbristas memorables o pequeñas joyas con corazón porteño, el cine argentino ha construido un universo de culto que vale la pena explorar. Si aún no viste estas películas, esta es tu señal. Y si ya las viste, te toca volver a disfrutarlas, nunca está de más redescubrir maravillas como 'El Secreto de sus Ojos', 'Nueve Reinas', 'Relatos Salvajes' o 'Luna de Avellaneda'. Reivindicativas, audaces, divertidas, ácidas, inmensamente emotivas…si uno es cinéfilo de los de verdad, apreciar el cine 'argento' es casi un deber…
El Secreto de sus Ojos (2009), de Juan José Campanella
La única película argentina en ganar el Oscar a Mejor Película Extranjera (2010) tras La historia oficial. Con Ricardo Darín y Soledad Villamil, mezcla thriller, drama romántico y crítica social con una narrativa brillante y escenas ya míticas (el plano secuencia en la cancha de Huracán). Un clásico contemporáneo.

Nueve Reinas (2000), de Fabián Bielinsky
Un guion redondo, dos actuaciones magistrales (Ricardo Darín y Gastón Pauls) y un juego de engaños que mantiene la tensión hasta el último minuto. Esta película sobre dos estafadores en Buenos Aires es ya una clase maestra de cine de guion. Y un ícono del llamado "cine inteligente".

Relatos Salvajes (2014), de Damián Szifron
Seis historias independientes unidas por un mismo hilo: el estallido emocional. Surrealista, corrosiva, violenta, liberadora. Una sátira social sin anestesia, con un casting estelar y una producción impecable. Nominada al Oscar, al Goya y al BAFTA. Un fenómeno global.

La historia oficial (1985), de Luis Puenzo
Primera película argentina en ganar el Oscar. Emocionante, dura, imprescindible. Narra el despertar de conciencia de una mujer de clase alta ante las verdades ocultas de la dictadura y la apropiación de bebés. Norma Aleandro está inmensa. Historia y memoria, en estado puro.

El mismo amor, la misma lluvia (1999), de Juan José Campanella
Una de las películas más nostálgicas del cine argentino. Narra dos décadas en la vida de un escritor desencantado (Darín) y su historia de amor con una mujer idealista (Soledad Villamil). Poética, melancólica, urbana. El germen de lo que luego sería El secreto de sus ojos.
Argentina, 1985 (2022), de Santiago Mitre
Basada en el histórico Juicio a las Juntas, este drama político narra cómo un pequeño grupo liderado por el fiscal Julio Strassera (interpretado magistralmente por Ricardo Darín) se enfrentó al poder militar para llevar ante la Justicia a los responsables de la última dictadura. Sobria, poderosa y necesaria. Fue nominada al Oscar y ganó el Globo de Oro a Mejor Película Extranjera. Cine con memoria y con valentía.
Luna de Avellaneda (2004), de Juan José Campanella
Ricardo Darín lidera esta historia coral que retrata la decadencia de un club de barrio —y con él, la de toda una generación— con ternura, ironía y profundidad. Una mirada nostálgica sobre la identidad, la comunidad y el paso del tiempo. El final es puro cine argentino.

No sos vos, soy yo (2004), de Juan Taratuto
Comedia romántica que marcó a toda una generación. Javier (Diego Peretti) se queda solo justo antes de mudarse con su novia a Estados Unidos. La crisis emocional que atraviesa se convierte en una tragicomedia urbana e inteligente. Humor, neurosis y corazón porteño.

Esperando la carroza (1985), de Alejandro Doria
Una sátira costumbrista que con el tiempo se volvió de culto. Diálogos memorables ("¡Tres empanadas!"), personajes exagerados pero reales y una crítica feroz a la familia, la hipocresía social y la clase media argentina. Es tan divertida como despiadada. Y totalmente actual.

Un cuento chino (2011), de Sebastián Borensztein
Ricardo Darín brilla como el ferretero solitario cuya vida cambia con la llegada de un joven chino que no habla español. Una fábula moderna sobre la incomunicación, el dolor y la posibilidad del encuentro. Emotiva, absurda, adorable.

El hijo de la novia (2001), de Juan José Campanella
Un clásico emocional. Rafael (Ricardo Darín, una vez más) atraviesa una crisis vital mientras su madre con Alzheimer sueña con casarse por Iglesia. Una comedia dramática que enternece sin manipular. Nominada al Oscar. Con Norma Aleandro y Héctor Alterio, inolvidables.

Esa maldita costilla, (1999), de Juan José Jusid
Cuatro mujeres, una ciudad y un mismo hombre al que todas desean conquistar… pero a su manera. Con un elenco estelar encabezado por Susana Giménez, Betiana Blum, Loles León y Mónica Galán, esta comedia coral es puro hedonismo noventero con mirada femenina. Divertida, fresca y con diálogos agudos, se convirtió en una rareza de culto por su retrato desprejuiciado de la amistad, el deseo y los estereotipos amorosos. Una joya pop con sabor porteño.
