Evasión

De las perlas al diseño de autor: Dubái se reinventa como epicentro global del estilo de vida de lujo

  • Decoraciones exuberantes, edificios imposibles arquitectónicamente hablando y todo el lujo que te puedas imaginar en apenas 35 km2
Ubicada en el piso 50 de Palm Tower, y con unas vistas espectaculares de la Palmera de Jumeirah, Aura Sky Dubai es la piscina ‘infinity’ más alta del mundo. 

Si en el siglo XX eran las ciudades americanas, como Nueva York o Chicago, las que arañaron con sus edificios el cielo, en el siglo XXI la vista se ha girado hacia Oriente y son los Emiratos Árabes los que ahora dominan las alturas en cuanto a arquitectura se refiere. Y entre los siete es Dubai el que se ha erigido como la joya de la corona y el que ha sabido proyectarse mirando al turismo y a la inversión extranjera ofreciendo a todo el que llega todo aquello que pueda desear envuelto en una pátina del lujo más exclusivo.

El Marco de Dubai que simboliza la conexión entre el pasado y el futuro de la ciudad.

Y es que si tenemos en cuenta que Dubai cuenta con 3,5 millones de habitantes, de los que tan solo un 15% son autóctonos, que 80.000 son millonarios, que no hay impuestos y que cada año 200.000 familias se mudan al emirato en busca de su particular dorado, está claro que Dubai cuenta con una de las poblaciones con mayor nivel adquisitivo del mundo y, si hablamos a nivel social, una de las más diversas. Y esta es una de las razones por la que desde hace unos años el país se ha marcado como único objetivo satisfacer la demanda de esa high class, ofreciéndoles todo aquello que no podrán encontrar en ningún otro sitio.

Pero, ¿cuándo empezó todo? A principios del siglo XX Dubai vivía del negocio del oro, las perlas y las especias, hasta que en 1966 apareció el petróleo y aunque al principio el oro negro se convirtió en la gallina de los huevos de oro, el Rey de Dubai decidió dar un giro de timón y convertir su reino en la meca del turismo y del negocio inmobiliario. Así, Dubai está en plena construcción, tanto es así que el 25% de las grúas que operan en todo el mundo se encuentran en este pequeño territorio donde cada mes se inauguran nuevos edificios a cuál más alto, más imponente y deslumbrante.

Vista nocturna del 'skyline' dubaití donde domina el Burj Al Arab, construido sobre una isla artificial.

Si en el 2010 se inauguró el Burj Califa, convirtiéndose en el hotel más alto del mundo; tres años antes había sido el turno de la zona conocida como la palmera que a día de hoy sigue siendo la isla artificial más grande del mundo con sus más de 400 kilómetros ganados al mar y en el que el 80% de su población es extranjera. Y si en 2005 se inauguró Emirate Mall con 100 restaurantes y 600 tiendas, tan solo tres años después nació Dubai Mall que duplicó el número de establecimientos de restauración y de comercios y donde habitan 160 marcas de lujo de todo el mundo, convirtiéndose así en la meca para los amantes de las compras exclusivas.

Si al principio las grandes marcas eran el cebo para la clase más elitista, hoy en día la alta gastronomía es otro de los grandes pilares que atraen al turismo. Las cocinas dubaitíes se han hecho eco de esa sociedad diversa, han acogido a los mejores chefs del mundo y han creado un universo gastronómico solo aptos para los más foodies. Si hasta hace poco era Arabean Tea House, nacida en 1997, con comida regional con productos de su propia granja y sede de aprendizaje de cocineros extranjeros y restaurante favorito de cualquier celebritie que pasara por Dubai, hoy la oferta es infinita.

En Soul Kitchen, donde los orígenes libaneses de su propietario y sus múltiples viajes por Latinoamérica se mezclan en sus platos creando una cocina sorprendente y difícil de encontrar en otro lugar. Y como en Dubai todo va a más, después de cenar, una puerta al final del restaurante te lleva a una speakeasy donde los fines de semana reconocidos Djs ponen ritmo a la noche.

Algunas de las propuestas de Soul Kitchen donde destacan las Crispy Shawerna.

Uno de los últimos restaurantes en llegar y ponerse de moda es CLAP, con una vista espectacular del Burj Khalifa que con sus 828 metros es el edificio más alto del mundo y parte del impresionante skyline de Dubai, presenta una cocina japonesa exquisita y una barra que actúa como pieza central del restaurante y con cócteles donde predominan los sabores japoneses y un plantel de DJs residentes que lo han convertido en uno de los mejores bares de Dubai.

Siguiendo en las alturas, no hay que perderse Aura Skypool Dubai, ubicada en el piso 50 de Palm Tower y, como no podía ser de otra forma tratándose de Dubai, es la piscina infinity más alta del mundo. Allí, después de una sesión de yoga dentro del agua y con unas vistas espectaculares a la Palmera de Jumeirah, se puede disfrutar de un desayuno difícil de olvidar.

Terraza de Gigi Rigolatto con una exquisita comida italiana.

En un lugar en pleno crecimiento y con una población tan exclusiva tampoco podía faltar un distrito dedicado al arte y así fue como nació Dubai Design District, que surgió con la idea de que el emirato no fuera conocido solo por marcas de lujo dedicadas a la moda. Así, en abril acuden artistas de todo el mundo a exponer sus propuestas y este año ya se ha celebrado la quinta edición de la Dubai Fashion Week. Pero, quizá lo más interesante de este distrito conocido también como D3 es que los edificios que lo conforman, además de estar rodeados de obras de arte, son la sede de los showrooms y ateleiers de diferentes marcas.

Todo esto es lo que se mueve hoy y ahora en Dubai, pero debido al ritmo trepidante al que va el emirato, es posible que en apenas unos meses las coordenadas hayan cambiado, aunque estas seguirán siendo un auténtico espectáculo para cualquier neófito en lo que a Emiratos Árabes se refiere.

Ceviche taboulé es uno de los platos de la carta de Soul Kitchen que mejor expresa la fusión entre Líbano y Sudamérica.
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