
Nada evoca mejor el verano que la visión de playas luminosas extendiéndose hasta donde alcanza la mirada. El cine, con su magia, nos regala ese viaje sin movernos del asiento: costas doradas, mares indómitos, promesas de aventura. Pero no todo es descanso entre olas y cielos abiertos. Tiburón, que cumple cincuenta años, convirtió la playa en un lugar de tensión exquisita. Recuerdo su estreno con emoción: tanto y tanto hablaban todos los que la habían visto ya en aquel lejano 1975, que como si fuéramos de excursión nos dirigimos en pandilla a sacar las entradas a la Gran Vía madrileña donde la proyectaban.
Era tal su éxito que estaba en dos cines a ambos lados de la calle, uno el propio Gran Vía y el otro el Lope de Vega. En aquel entonces los estrenos eran exclusivos de un solo cine pero Tiburón fue una excepción. Así que casi al azar nos situamos en el cine Gran Vía. Allí nos tragamos más de 3 horas de cola hasta que conseguimos las ansiadas entradas, eso sí, para la primera sesión ya que la de la tarde y la noche estaban agotadas.
Una vez dentro disfruté mucho de la película, sobre todo de la cara de terror de todos los que me acompañaban mientras yo me imaginaba en esa idílica playa superprotegido por el guardacostas al que daba vida un magnífico Roy Scheider. Me producía mucha seguridad, estaba convencido de que bajo su vigilancia y valentía me libraría de cualquier peligro, en especial de ese maldito escualo por muy grande que fuera.
Mira que el argumento era simple, una playa tranquila llena en verano de visitantes que iban a disfrutar de sus vacaciones y un tiburón gigante decidido a atacar con saña a todos los allí presentes. Impresionante ya en su inicio con las notas de John Williams que nos anunciaba la presencia del bicho y el ataque que iba a perpetrar a continuación. Pasados los años descubrí que todo había sido fruto de la casualidad y del genio de un director extraordinario como Steven Spielberg, que las pasó canutas para llevar a buen puerto un film lleno de problemas de producción desde el inicio del rodaje. La película estaba presupuestada dentro de la llamada Serie B pero fueron tantos sus imprevistos que se convirtió casi en una superproducción estando a punto de ser cancelada.

Basada en un libro de mucho éxito, la productora Universal la quiso llevar a cabo por la originalidad que planteaba y para ello confiaron en un casi debutante que prometía por su anterior película (El diablo sobre ruedas) que había funcionado bien con un presupuesto reducido. Así que se pusieron manos a la obra. El primer inconveniente fue el tiempo ya que no se rodó en verano y por tanto todo podía pasar. El tiburón que se fabricó, que incluía distintos movimientos que le daban sensación de realidad, no funcionaba al meterlo en el mar, el mecanismo se estropeaba en contacto con el agua salada. ¿Qué hacer entonces si éste era el protagonista absoluto de la historia? Aquí entra el genio de Spielberg que decidió que saliese poco y ayudado de la música, de planos en el agua donde sólo se veía la aleta o del movimiento de la cámara simulando ser el tiburón logró el ansiado pánico de los espectadores que imaginaban más de lo que veían.
El rodaje fue todo un infierno, desde la postura de los actores con enfrentamientos entre ellos, la presencia amenazante de los productores y un director preocupado que a base de tesón y de talento logró el milagro. Aún recuerdo el miedo que producía a muchos meterse en el mar después de haber visto la película. Pero yo siempre me decía: 'estoy en el Mediterráneo, aquí no hay bichos de este tipo'. Como también había un salvavidas que me recordaba al guardacostas de la película pensaba 'está el vigilante, seguro que no puede pasar nada'. La puedes ver en Filmin y SkyShowtime.
Pero no sólo hay tiburones en las playas de cine, hay otras que también se ubicaron en la arena y en el mar azul y las hay para todos los gustos. Es casi imposible recopilar todas, pero vamos a intentar acercarnos a algunas que tocan todos los géneros. Por ejemplo, hay una que marcó a una generación muy joven, hablamos de 1980, como fue El lago azul. Cursi pero encantadora. Aún hoy en día sigue siendo objeto de culto y envidia por vivir el amor romántico sin límites que vivían los dos protagonistas, una jovencísima pero ya estrella Brooke Shields y un desconocido actor que tampoco tuvo una trayectoria a largo plazo.

Esta película se grabó en las playas y costas de Malta, Jamaica y Fiyi. La historia de dos primos que terminan en una isla deshabitada del océano Pacífico tras sufrir un accidente con el velero que los llevaba junto al padre de uno de ellos. Se enamorarán, se atraerán de una manera salvaje y en sus cristalinas aguas vivirán una pasión sin límites que les llevará incluso a tener un hijo fruto de ese amor y de ese entorno. Todo es casi idílico y maravilloso pero por supuesto totalmente falso. Si la vuelves a ver disfrutarás con ellos, sus aventuras, con un amor y por supuesto con esa playa y esas aguas que existen en la realidad. La puedes ver en Netflix, Apple TV+ y Prime Video.
Si hay una película que marcó la filmografía de Leonardo DiCaprio esa es sin duda La playa, filmada en el año 2000 y que tuvo sus consecuencias. Se rodó en las playas de Phi Phi, en Tailandia, y fue tal la avalancha que sufrieron estas aguas tras el estreno de la película que las autoridades tailandesas tuvieron que tomar medidas tan drásticas como cerrarlas al público durante una larga temporada.

Pero cómo vamos a olvidar esas aguas turquesas, ese paisaje inigualable que servía a su director, el ya famoso Danny Boyle, para contarnos la historia de un viajero solitario que se encuentra de golpe en un país corrupto donde el tráfico de drogas era lo habitual al igual que la propia corrupción. Qué más da, el argumento era lo de menos, lo importante era disfrutar de esa playa, de esas aguas y de ese DiCaprio en plena efervescencia que era objeto de deseo de multitud de ojos que le seguían en cada movimiento y en cada zambullida. La podéis ver y disfrutar en Disney+, Apple TV+ y Prime Video.
Pero el cine de playas y mar ha tocado como os decía todos los géneros. Entre ellos no podía faltar la comedia. En 2008 un especialista del género, Nicholas Stoller, dirigió Paso de ti, una divertida y a veces osada, aunque no obscena, comedia romántica que daba a grandes cómicos norteamericanos la oportunidad de lucirse.

La película cuenta fundamentalmente la historia de un chico que hace lo imposible para olvidar a su novia tras 5 años de relación. Para ello decide ir a una playa en Honolulu donde se las promete felices. Un resort de lujo con chicas espectaculares, ambiente perfecto pero no cuenta con que su ex también haya elegido el mismo destino. El lío está servido. Lo que más me interesa es ese tipo de resort, sus instalaciones, su playa, todo lo que puedes conseguir y que es todo un lujo que ahora, al menos, no parece imposible para el resto de los mortales. Si queréis verla lo podéis hacer en SkyShowtime, Google Play, Apple TV+ y Prime Video.
Esto de las playas y el mar viene de lejos y si no que se lo digan al inolvidable Elvis Presley que protagonizó muchas de sus películas junto al mar mientras entonaba sus canciones más reconocidas. Me gusta especialmente Loco por las muchachas de 1965: camisas hawaianas que le sentaban perfectamente y no como a otros, no señalo a nadie, y las playas de Florida donde por aquel entonces daba la impresión de ser un paraíso.

Presley daba vida a un cantante de rock, como la vida misma, y al que le encargaban la vigilancia de una chica un tanto díscola que además era la hija de un gánster. Podemos disfrutar de buenas canciones, de un amor inocente como marcaba la época y unas ganas locas de nuevo de visitar un sitio que ya no es ni por asomo lo que era en los 60. Así que dejemos volar nuestra imaginación y sigamos a Elvis en esta aventura que podéis ver en Apple TV+ y Prime Video.
No sólo los norteamericanos nos han enseñado sus lugares más paradisíacos y envidiados destinos. Por eso me acerco al cine francés y a un genio del cine como fue Éric Rohmer que se decidió en 1983 a rodar Pauline en la playa. Para ello nos llevó a Normandía, un destino ansiado por muchos y más en un tórrido verano. El amor y la pasión son una constante en la vida de la protagonista, Marion, una joven atractiva perseguida por muchos galanes que intentan conseguir sus favores en la trama que nos plantea.

No podemos olvidarnos de Pauline, su prima que es la que tiene la casa en la playa en la que se aloja Marion. Siendo una historia sencilla, se convierte en entrañable por la magnífica dirección del director que usa esas playas como verdadero vínculo de todo lo que va a suceder en ella. Os podéis acercar a Filmin para verla.
Las playas y las islas desiertas han dado para mucho y si no que se lo pregunten a Tom Hanks que decidió naufragar en una isla él solito. Está claro que hablamos de su personaje en Náufrago. Tuvo un éxito inesperado, nadie daba un euro por ella. Tanto que estuvo a punto de conseguir un Oscar para Tom Hanks que finalmente fue, justamente en mi opinión, para Russell Crowe por Gladiator.

En aquel 2001 tras ver la película te dabas cuenta de que no todo tiene por qué ser malo en un naufragio, siempre puedes recurrir a una pelota o a un coco para convertirlo en tu mejor amigo y sobrellevar mejor soledad en las aguas del Pacífico. Al menos eso parece, que no lo pasa tan mal con su imaginario compañero. No fue así en la realidad donde se dijo que este actor estuvo a punto de perder la vida durante el rodaje, lo del cine es otra cosa. Descubrirla en Netflix, Movistar Plus+ y SkyShowtime.
Qué sería de una playa sin un buen vigilante. El éxito televisivo de ese culebrón con unos y unas espectaculares vigilantes capitaneados por un apuesto jefe que se atrevían con todo para salvar la vida de todo aquel que atisbaban en cualquier tipo de peligro. A estas alturas ya habréis adivinado que os hablo de Los vigilantes de la playa donde surgieron estrellas como Pamela Anderson. Era inevitable que después del éxito mundial de la serie se llevara a cabo su adaptación cinematográfica con el mismo título que no es ni mejor ni peor que la serie, aunque le faltaba el toque emocional de la misma.

Los productores apostaron por un reparto encabezado por todo una estrella como Dwayne Johnson al que secundaban un grupo de chicos y chicas simplemente espectaculares, entre los que destaca un supermusculado Zac Efron. Vamos que dan ganas de visitar las playas en las que actuaban para que te salvasen de algo. Y si no fingirlo. Claro que luego te enfrentas a la triste realidad donde, y como rezan muchas películas, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. A favor de la película quiero destacar su humor, algo de lo que carecía la serie que solía tener un tono a veces bastante dramático. La película que puedes descubrir en SkyShowtime.
He querido viajar en el tiempo para acercarme a una de mis películas favoritas de verano y playa, la legendaria Verano del 42. Un éxito rotundo que data de 1971, aunque en España se estrenó en 1974. Basada en una historia real acompañábamos a nuestro protagonista a las playas de Nueva Inglaterra para recordar en plena Segunda Guerra Mundial los amores que mantuvo con una hermosa mujer mucho mayor que él. Un último verano de juventud e inocencia. El objeto de deseo era una mujer y actriz bellísima, Jennifer O'Neill, a la que luego el cine no supo aprovechar pero que rezuma erotismo y sensualidad durante todo el metraje.

Una historia de amor y dolor mientras suena la música del legendario Michel Legrand en esas agrestes playas donde el único peligro era enamorarse como un loco sabiendo de antemano cuál va a ser su final. Alguien dijo de ella que había películas excelentes, muy buenas, regulares y malas pero además hay películas bonitas, pues esta lo es, ya que descubrimos etapas en la vida que no podemos olvidar por más tiempo que pase. Verano del 42 invita a soñar a verla otra vez. Hacedlo en SkyShowtime.
Pero no puedo acabar este recorrido de sol, mar y playas sin mencionar al cine patrio, casi siempre en delirantes comedias que son un retrato de una época ya pasada que algunos vivimos. Quién no recuerda películas como Operación Bikini, 40 grados a la sombra o El turismo es un gran invento por poner solo algunos ejemplos de lo que podéis ver en la plataforma FlixOlé.

En ella no sólo descubriréis actores como Paco Martínez Soria, José Luis López Vázquez, Gracita Morales y un largo y extenso séquito de magníficos actores, sino que además veréis cómo eran el Benidorm o el Torremolinos de los años 60. Aquella época que nos hacía soñar a todos con pisar esas playas, contemplar los cuerpos de las turistas y esos lujos fuera del alcance de muchos, entre los que me incluyo.
Nunca imaginé que el mar, la playa y todo lo que conlleva daba para tanto. Pues sí, y tantas y tantas películas que me dejo en el tintero. Siempre podéis bucear en vuestros recuerdos y buscar ese momento y ese lugar donde viste por primera vez… lo dejo a vuestra elección.