
El posado de Carlos III, cazador, apoyado en su escopeta y con su perro ovillado a sus pies. Es el magno retrato que firmó Goya en 1787 y una de las piezas estrella de la Colección BBVA. Junto al maestro universal de Fuendetodos, figuran Pantoja de la Cruz, Murillo, van Dyck, Sorolla y Zuloaga, entre otros. Son los grandes artistas reunidos en la exposición Clásicos y modernos. Obras maestras de la Colección BBVA. El Palacio de San Nicolás de Bilbao acoge, desde el 4 de julio hasta el 12 de octubre de este año, esta muestra que responde a la vocación de BBVA de acercar al público su patrimonio artístico a través del mecenazgo del banco. Se trata de uno de los conjuntos privados más importantes de España.
Comisariada por el director del Museo de Bellas Artes de Valencia, Pablo González Tornel, esta exposición ofrece la oportunidad única de contemplar reunidas 39 obras que proceden de diferentes sedes del BBVA, que se encuentran repartidas por el país. Entre ellas, figuran las mejores piezas de la colección, como mencionábamos, el histórico Carlos III de Goya, y también, el Retrato de Antonio García Peris, suegro del artista de 1908 (foto superior). Recordemos que Antonio García Peris, mentor del pintor, se convirtió en su suegro en 1888, tras casarse con su hija, Clotilde García del Castillo.

Asimismo, hay piezas representativas del arte del siglo XVI y principios del XX. Destacan otro óleo de Goya, Don Pantaleón Pérez de Nenín, que el autor de la Maja desnuda pintó en 1808; de Michiel J. van Mierevelt, Retrato de caballero, de 1609; y Retrato de dama, de 1609. De Valentin de Boulogne, Sagrada Familia, de 1620. También la Sagrada Familia de Josefa de Óbidos. Seguimos con el Paisaje, de la primera mitad del siglo XVI de Jan Wildens; y Fiesta de los ballesteros ante la iglesia de Nuestra Señora de Sablon, de Pieter Snayers, de 1651. Del siglo XX, el precioso Retrato de Mr. Halley-Schmidt, de Ignacio Zuloaga de 1923.


Dividida en tres secciones, la exposición sigue una línea cronológica y un diálogo que va desde el realismo figurativo de Flandes e Italia a principios del siglo XVI. Sus tablas y lienzos, protagonizados por reyes, figuras divinas, campesinas, paisajes de naturaleza, escenas burguesas, retratan a una Europa en construcción que sienta las raíces de nuestro tiempo. A través de las piezas seleccionadas podemos recorrer las Edades Moderna y Contemporánea, dos períodos clave para el humanismo, la democracia y el estado social.
