
En el ámbito de la aviación privada, LunaJets eleva el concepto de volar a una dimensión superior. Más allá de ofrecer lujo y eficiencia, la firma suiza reimagina el significado del viaje: no se trata únicamente de trasladarse, sino de vivir una experiencia singular y completamente personalizada, concebida para responder los deseos más exigentes de cada pasajero.
Cada vuelo operado por LunaJets es una experiencia diseñada para cumplir las expectativas del cliente, desde los gustos y necesidades hasta el estilo de vida del pasajero. Desde el primer contacto, quien elige volar con la compañía de jets privados asume un papel central en la configuración del viaje, eligiendo no solo el modelo de aeronave, sino también cada detalle que dará forma al trayecto como la ambientación interior y el menú a bordo, o la carta de bebidas, la música, las lecturas disponibles e incluso la vajilla sobre la que se servirá cada plato. Todo está pensado para que el vuelo sea un reflejo auténtico de quien lo vive.
Además, LunaJets ofrece la posibilidad de incorporar elementos de identidad visual propios, como logotipos familiares o corporativos, tanto en los textiles de cabina como -en casos especiales-, en el propio fuselaje del avión. Esta atención al detalle, que no compromete en ningún momento las normativas internacionales de seguridad aérea, convierte cada vuelo en una experiencia única y absolutamente a medida, fiel al concepto de excelencia que define a la firma suiza.
Rutas a medida
La flexibilidad que brinda LunaJets va más allá del interior de la cabina. Tal y como explica Carlos Matallana, director de la compañía en España, "en LunaJets diseñamos cada ruta completamente a medida, adaptándonos a las necesidades específicas de nuestros clientes. Podemos operar desde aeródromos privados, pistas en fincas o incluso cotos de caza, siempre con el objetivo de acercarnos lo máximo posible al destino final. Por ejemplo, si un cliente reside en La Finca y vuela a Madrid, en lugar de aterrizar en Barajas, que puede resultar menos práctico, podemos hacerlo en Cuatro Vientos, ahorrando tiempo y ganando en comodidad. Y si hablamos de empresas que necesitan visitar plantas de producción o instalaciones en zonas remotas, como parques eólicos, también podemos volarles directamente allí. Esta capacidad de adaptación no solo optimiza tiempos de manera significativa, sino que redefine lo que entendemos por comodidad y eficiencia en la aviación privada".

Al mismo tiempo, la navegación del vuelo es personalizable. Matallana indica que "una de las características más excepcionales de volar con LunaJets es que cada detalle puede hacerse al gusto. Si un cliente desea modificar la ruta para sobrevolar el Himalaya durante un trayecto entre Dubái y Tokio, lo hacemos posible. Si se trata de una ocasión especial, como una propuesta de matrimonio sobre París iluminada por la noche, también lo gestionamos. En nuestro modelo, el cielo no marca un límite: es, de hecho, el punto de partida para crear experiencias memorables a la altura de cada sueño".
Personalización, eficiencia y excelencia
LunaJets pone a disposición de sus clientes una gama prácticamente ilimitada de servicios a bordo, concebidos para adaptarse a cualquier ocasión o preferencia. Desde sesiones de maquillaje profesional antes de un evento, hasta partidas de ajedrez con tableros personalizados o cenas gourmet procedentes del restaurante favorito del pasajero, servidas en porcelana fina con mantelería bordada, todo está cuidadosamente pensado para ofrecer una experiencia inigualable.

Además, los jets más exclusivos incorporan comodidades propias de una estancia de alto nivel: dormitorios privados, camas completas, duchas, espacios de oficina y salas de reuniones. Ejemplo de ello son modelos como el Boeing Business Jet o el Airbus Corporate Jet, que llevan esta experiencia aún más lejos al convertir aeronaves comerciales en auténticas residencias con amplios salones, zonas privadas y todas las prestaciones necesarias para trabajar, descansar o disfrutar durante el vuelo.