
Disfrutar de la comida sin remordimientos es posible. Aunque haya algunos alimentos o productos que es mejor dejarlos apartados de nuestra dieta, eso no significa que haya que tacharlos por completo. Por ejemplo, si hablamos de un buen aperitivo, las patatas de bolsa no pueden faltar. Ahora bien, en lugar de optar por las típicas que encontramos en el supermercado, también podemos prepararlas en casa, una opción mucho mas saludable.
Extra crujientes y saludables
De esta forma, es posible controlar que los ingredientes sean totalmente naturales y condimentarlas con tus especias favoritas. Y no es nada complicado, aunque pueda parecerlo, de lo único que debemos preocuparnos es de escoger una buena materia prima: las patatas deben ser de calidad y estar duras, para que se parezcan lo máximo posible. A partir de ahí, solo necesitarás aceite, un bol con agua, sal y especias al gusto.
Además, no tienen nada que envidiarle a las patatas de bolsa tradicionales, porque quedan súper crujientes y su sabor es espectacular. Sin duda, una alternativa perfecta para disfrutar sin preocuparse e involucrarse en la cocina.
Aunque el proceso es de lo más sencillo y apenas hay que seguir un par de pasos, sí que es cierto que si cuentas con una mandolina en casa, se simplificará mucho más. Si no es así, tampoco hay problema, lo único que tendrás que laminar las patatas a mano y asegurarte que más o menos tengan el mismo grosor.

El paso a paso
Ingredientes:
- Patatas
- Sal
- Agua fría
- Aceite de oliva o de girasol
Preparación:
- Corta las patatas en láminas muy finas, aproximadamente de un milímetro. Si tienes una mandolina en casa será más fácil este proceso.
- Lava bien las patatas para retirar por completo el almidón. Para ello, sumérgelas en agua muy fría, hasta que esta quede limpia.
- Seca por completo con papel absorbente.
- Pon a calentar aceite a temperatura media alta y fríe.
- Escurre para retirar todo el aceite de oliva y sala al gusto.