Evasión

Isabel Allende regresa a España, presenta novela y dice que si tiene que dejar los EEUU de Trump, donde vive, lo hará

Isabel Allende, en Madrid este miércoles 21 de mayo

La ficción es más fácil que la memoria", dice la escritora en lengua castellana más leída del mundo, Isabel Allende, quien ha vuelto a España tras años sin viajar y lo ha hecho por todo lo alto. En un encuentro con 165 medios de comunicación internacionales, celebrado en el elegante Palacio de Linares –sede de la Casa de América en Madrid–, la autora chilena presentó este miércoles su nueva novela Mi nombre es Emilia del Valle (Plaza & Janés), un relato ambientado en la guerra civil chilena de 1891 y protagonizado, como es habitual en su obra, por una mujer fuerte e indomable.

A sus 82 años, Allende asegura que ya no es amiga de los viajes: "No quiero salir de mi casa, no quiero separarme de mis perros… y tengo un tercer marido que espero que me dure", bromeó entre risas. Sin embargo, reconoce que este viaje tenía un peso simbólico. "España me ha dado muchas cosas: dolores profundos, como la enfermedad de mi hija Paula, pero también grandes alegrías. Aquí Carmen Balcells cambió mi vida al leer La casa de los espíritus, cuando nadie más lo hacía", recordó.

La escritora revive ahora, a través de su nueva obra, otro momento trágico de la historia de su país: la guerra civil de 1891. "La novela tiene paralelismos con el golpe de Estado de 1973. En ambos casos, un presidente progresista intentó grandes reformas: José Manuel Balmaceda entonces, Salvador Allende después. Ambos fueron derrotados, y ambos eligieron la muerte antes que el exilio. Son figuras heroicas", explicó con emoción.

Mi nombre es Emilia del Valle se conecta con el universo literario de su primera novela, y vuelve a situar a una mujer en el epicentro de la historia. "Estoy rodeada de mujeres como Emilia. Trabajo con una fundación que apoya a inmigrantes y mujeres en Estados Unidos, en temas como los derechos reproductivos. No tengo que inventarlas: existen, y son valientes", afirmó.

Sobre su vida actual en California, donde reside con su familia y sus perros, Allende no oculta su preocupación por el clima político. "Mientras pueda, seguiré viviendo en EE.UU. porque ahí está mi hijo, mi nuera, mis perros y mi marido, en ese orden. Pero si la cosa se pone fea, me iré. Ya lo hice una vez cuando escapé de la dictadura chilena. Y no me siento tan vieja como para no empezar de nuevo", aseguró.

Durante la rueda de prensa, Allende anunció también que está escribiendo una nueva memoria, centrada en los años recientes. "Estoy intentando narrar desde 2015, una etapa marcada por el amor, la soledad y la vejez. Pero la memoria es traicionera. La ficción es más fácil. En una memoria tienes que encontrar la verdad, y a veces esa verdad duele", confesó con sinceridad.

Entre anécdotas y carcajadas, la escritora recordó cómo, al releer sus cartas con su madre, descubrió que muchos recuerdos idealizados no se ajustaban a la realidad. "Me inventé que me divorcié de Willy de manera civilizada, como a la inglesa. Pero las cartas muestran otra cosa: había rabia, había dolor. Y hay partes que ni quiero volver a leer", dijo entre risas.

Este jueves, Isabel Allende será investida doctora honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, un nuevo reconocimiento a una trayectoria que ha marcado generaciones de lectores. Y mientras asegura que no le queda tanto por contar, su pluma sigue desmintiendo cada palabra: Isabel Allende no deja de escribir, ni de conmover.

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