Fernando Aramburu, autor de Patria y El niño, regresa a las librerías con Hombre caído (Tusquets). Con su prosa cercana y envolvente, el novelista ha lanzado esta colección de relatos que conforman un mapa de la condición humana.
Tragedia, drama, humor, miedos, inquietudes. Fernando Aramburu dibuja, desde la sencillez y elegancia, una colección de relatos que enganchan desde el minuto uno. La inesperada decisión de una mujer que deja de cuidar a sus padres enfermos para fotografiar ardillas en el parque. Un joven que asegura a su hermano que le ha vengado de la paliza que le dieron. El padre que sale a comprar un gran peluche de segunda mano y se topa con una historia insólita. Y un hombre caído al que no pueden ayudar los paseantes que se cruzan con él.
Hombre caído compila una serie de cuentos que mapean nuestras emociones, desde el terror, al absurdo; desde lo inesperado al humor; desde la angustia de lo vivido a lo cotidiano. Fernando Aramburu practica una inmersión en el lenguaje de las emociones para acercarnos a la soledad de los desconocidos, de los incomprendidos; a las inquietudes que habitan en el alma de los vecinos cuando les vienen mal dadas; a la relación de un matrimonio de puertas para adentro. Aramburu, gran explorador emocional, revela rivalidades, envidas y secretos entre las personas.
Hombre caído
- Fernando Aramburu
- Tusquets
- 288 páginas
- 20,90 euros
'Niño' y 'Patria'
Aramburu es autor también de El niño. Un conmovedor relato de familia que nos sitúa en los años 80 en el País Vasco. Un abuelo jubilado visita todos los jueves la tumba de su nieto, en el cementerio de Ortuella (en Vizcaya). El pequeño murió en una terrible explosión de gas que arrasó el colegio de aquella localidad y que conmocionó a España. El anciano charla con su nieto muerto y convive con su duelo en un transcurrir de la vida plagada de pequeños detalles, de juguetes que nunca quedan atrás, de columpios vacíos. La figura del abuelo y el testimonio de la madre del pequeño nos acompañan en este relato sobre una tragedia devastadora que cambió la vida de aquella familia y también cómo vivieron sus miembros el dolor y la ausencia para salir adelante.
En 2016 publicó Patria y arrasó. Premio Nacional de Narrativa, Premio de la Crítica, Premio Euskadi, entre otros muchos, avalaron este relato social y político de una España que miraba hacia adelante después de que ETA anunciara el abandono definitivo de las armas. Fue en 2011. Hasta entonces, y a lo largo de 30 años de terrorismo, el autor va dibujando una fotografía panorámica de la sociedad vasca. Dos mujeres, amigas de toda la vida, Bittori y Miren, representan esa lucha, ese miedo de los años del plomo. También el silencio, las palabras que no se pronuncian, los reproches. A Bittori le han matado a tiros a su marido, el Txato. Pese al silencio amenazante de unos vecinos que callan, la mujer vuelve a la casa donde vivieron, a la calle donde los terroristas dispararon al Txato. Su presencia alterará la vida del pueblo, de Miren y de su marido.