
El Festival de Cannes ha dado inicio a su 78ª edición con una selección oficial que, por primera vez en años, incluye dos películas españolas en la competición por la codiciada Palma de Oro. Se trata de Romería, de Carla Simón, y Sirat, de Oliver Laxe, dos propuestas que aportan una bocanada de aire fresco al cine nacional en un certamen donde históricamente la presencia española ha sido más bien esporádica. La coincidencia de dos cineastas españoles aquí no se daba desde 2009, cuando Pedro Almodóvar, con Los abrazos rotos, e Isabel Coixet, con Mapa de los sonidos de Tokio. Además, Rodrigo Sorogoyen es el presidente del jurado de la Semana de la Crítica de esta cita.
Ambos cineastas ya han dejado huella en festivales internacionales: Simón conquistó Berlín con la aclamada Alcarràs, mientras que Laxe sorprendió en Cannes con Lo que arde y Mimosas. Ahora, regresan con nuevos relatos marcados por el drama humano y el paisaje rural, elementos que podrían captar la atención del jurado frente a una sección oficial repleta de nombres habituales. Entre los grandes referentes que vuelven a competir están los hermanos Dardenne, esta vez con Jeunes mères, Julia Ducournau con Alpha, su esperado regreso tras ganar con Titane, y Wes Anderson con La trama fenicia, una nueva fantasía coral repleta de estrellas como Scarlett Johansson, Tom Hanks y Benedict Cumberbatch. También destacan películas de Richard Linklater (Nouvelle vague), centrada en la figura de Godard (Al final de la escapada), y Ari Aster, quien presenta Eddington.
El certamen también cuenta con la participación de cineastas como Jafar Panahi, Mario Martone y Saeed Roustayi, lo que promete una competición variada y reñida. Por fuera de la carrera oficial, destacan la ópera prima como directora de Scarlett Johansson (Eleanor the Great) en Un Certain Regard, y una nueva entrega de Misión Imposible, así como Highest 2 Lowest, de Spike Lee, con Denzel Washington. La película inaugural ha sido Partir un jour, dirigida por la debutante Amélie Bonnin. Aunque se trata de su primer largometraje y hay poco información sobre la cinta, su elección como apertura del festival ha generado expectación. Como cada año, la alfombra roja frente al Palais des Festivals se ha convertido en un espectáculo en sí mismo, con una lluvia —literal y de estrellas— que no ha querido perderse esta cita imprescindible del cine mundial. Con España compitiendo por partida doble, el festival arranca con promesas de sorpresas, glamour y, quizá, una victoria histórica.