
En un mundo acongojado por las prisas, los excesos y la desigualdad, escuchar hablar al Dalái Lama es una bocanada de aire fresco y un alto -aunque sea solo por un rato- en este frenético camino. Durante los 90 minutos que dura Sabiduría y felicidad (Wisdom of Happiness: a heart to heart with the Dalai Lama), el documental sobre el líder político y religioso que se estrena el 30 de abril en los cines, el espectador podrá disfrutar de esta calma y de las fórmulas que el mismo líder espiritual tibetano da ante una cámara sobre cómo controlar las emociones negativas en este agitado siglo XXI.
El reportaje se presenta el 29 de abril en el Festival de Cine de Barcelona, y un día después se estrenará en las salas de cine de este país. Aquí, el premio Nobel de la Paz, sentado en un sillón verde, se dirige a la cámara para intentar responder a una pregunta casi universal: ¿cómo se pueden alcanzar la felicidad y la paz mental a pesar del estrés de la vida diaria, de la incertidumbre sobre la crisis climática, de la ansiedad que producen las guerras que estamos viviendo?
"Todos formamos parte de una comunidad", explica. "Si no piensas más que en ti, aumentan la ansiedad, la ira y el miedo. Pero la mente puede controlar nuestro cerebro y nuestras emociones. Y necesitamos educación para poder calmarla". En un mundo en el que la solución a todo es la instantánea -que nunca es una solución y siempre un calmante-, el Dalái Lama insiste en que "las emociones negativas son muy malas para nuestra salud". "La ira, el odio y el miedo afectan a nuestro sistema inmune. Pero podemos reducirlos y calmar nuestra mente".
"Todos somos seres humanos iguales. Sin ninguna duda, todos deseamos la paz, la felicidad. Pero el siglo XXI no va a ser un siglo fácil. Hay miedo, ira, odio. Por eso el mundo necesita conocimiento sobre nuestra mente, sobre nuestras emociones, sobre cómo abordar esas emociones", expone el líder espiritual en el mismo sentido, que a sus casi 90 años incide en la importancia de la compasión en un mundo en constante cambio, inspirando a las nuevas generaciones a encontrar armonía y propósito en sus vidas.
Cuestiones como la crisis climática o el papel de la mujer también tienen hueco en Sabiduría y felicidad, ya que el líder tibetano defiende que, si la mayoría de los líderes políticos fueran mujeres, el mundo sería más seguro y más pacífico, que vería positivo que el próximo Dalái Lama fuera una mujer. "La fuente de nuestros problemas es la distinción entre el 'nosotros' y el 'ellos'. El altruismo genera paz interior", reflexiona.
El documental está dirigido por los suizos Barbara Miller y Philip Delaquis y tiene a Richard Gere como productor ejecutivo. El actor estadounidense mantiene una estrecha relación con el Dalái Lama desde hace mucho tiempo, ya que Gere es un ferviente defensor del Tíbet y mantiene una conocida lucha por la autonomía frente al gobierno chino.
Los primeros años de 'Tenzin Gyatso': líder desde los 4 años
El nombre completo del Dalái Lama es Tenzin Gyatso, y nació en un pequeño pueblo llamado Takster, en el noreste del Tíbet, en 1935. A los dos años de edad, fue reconocido como la reencarnación del XIII Dalái Lama, quien había fallecido en 1933. Según la tradición budista tibetana, el Dalái Lama es una manifestación de la compasión de Buda, y su vida se ve como una "reencarnación" continua a lo largo de los siglos. En 1939, cuando tan solo tenía 4 años, fue trasladado a Lhasa, la capital del Tíbet, donde comenzó su educación formal como monje budista. Estudió filosofía, meditación y las escrituras tibetanas bajo la guía de los mejores maestros espirituales del Tíbet.
En 1950, a los 15 años, asumió oficialmente el liderazgo del Tíbet como el 14º Dalái Lama, después de la invasión china al Tíbet. La invasión por parte de las fuerzas comunistas chinas fue un punto de inflexión en su vida, ya que el joven Dalái Lama tuvo que involucrarse también en la política del país.