
Al sur de España se pueden encontrar pueblos con mucho encanto que atraen todos los años a turistas de todas partes. Con la llegada de la primavera y el buen tiempo recorrer estos lugares puede ser uno de los mejores planes, pero no hay que quedarse únicamente con las zonas de costa más masificadas. En la sección de viajes de National Geographic han puesto los ojos en un Moclín, que no es un pueblo más de Andalucía.
A los pies de Sierra del Marqués este pequeño municipio es una estampa espectacular de la que fue frontera del reino nazarí de Granada. Casas blancas que chocan con la imagen de frondosas y escarpadas lomas verdes, a lo alto un imponente castillo que pone el ojo en dos provincias a más de mil metros sobre el nivel del mar.
Un lugar en el que se puede vivir un poco de las culturas que aquí han habitado y el rico legado que han dejado en este territorio. Hay mucho que ver en Moclín, como la Cueva de Malalmuerzo, conocido como un santuario andaluz del Neolítico. De aquí destacan las pinturas rupestres de Corcuela o la de las Vereas.
El nombre del pueblo proviene del árabe "Maqla", que significa "peña" o "roca elevada", una clara alusión al entorno de Moclín situado sobre una colina. Durante la época musulmana fue un importante enclave estratégico.
Es por esta ventaja defensiva que se edificó una fortaleza para defender la frontera entre los reinos de Granada y de Castilla: "El castillo de las dos pupilas", denominado así por tener a un lado un lado la Fortaleza de la Mota de Alcalá la Real (Jaén) y por otro la ciudad de Granada.
Se levantó en el siglo XIII por manos musulmanas, pero en 1486 fue asediado y cayó en manos de los Reyes Católicos. Su muralla exterior envolvía por completo la villa, aunque actualmente los límites de la localidad se han extendido. Entre las torres que aún hoy siguen en pie están las Atalayas de Mingoandrés, Porqueriza, la Solana y la Torre de la Gallina. Con motivo en 1931 se declaró Monumento Histórico-Artístico.
En el casco histórico
Una vez dentro de la muralla exterior hay muchos lugares de interés, como la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, un santuario del Cristo del Paño. Este cuadro, según se cuenta, fue donado por los Reyes Católicos después de la estancia de la reina Isabel y el hijo de Boabdil.
Todavía hoy se puede apreciar la devoción que su pueblo tiene por esta imagen, que es el centro de una de las fiestas más importantes: la Romería del Cristo del Paño que se celebra en octubre.
Basta con mirar para apreciar la red de callejuelas de Moclín, pero su entorno natural es digno de mención también. Entre las zonas próximas se encuentran metrópolis mozárabes, trincheras de la Guardia Civil, un dolmen del Neolítico y dos silos subterráneos de la época romana.