Evasión

Maeztu, cuando comer bien en un parque sí es posible: de los huevos rotos con gambón a los cogollos con parmesano y salsa César

  • El Grupo Mamá Campo inaugura este espacio en Arroyofresno, que promete ser el punto de encuentro de quienes agradecen comer rico en una agradable terraza
Maeztu.

Quienes viven al otro lado de la M-30, bien alejados del meollo de la almendra capitalina, cada vez cuentan con más establecimientos a los que acudir a cualquier hora del día. Es posible, ya que la tendencia de ofrecer por lo menos algo de picoteo a cualquier hora del día está más que establecida. Hoy nos centramos en el proyecto recién inaugurado del Grupo Mama Campo, de nombre Maeztu (C/ María de Maeztu, 112. Arroyofresno), situado en un parque, lo que resulta ser una elección perfecta para acudir con los más pequeños de la casa.

Así que vecinos de Arroyofresno, e incluso de Mirasierra, Puerta de Hierro, Montecarmelo y El Pardo, tengan ustedes esta dirección con terraza en el radar ahora que las tardes son largas y si se hace de noche alrededor de la mesa siempre será buena señal. Lo cierto es que por quienes están detrás del concepto sabemos que las recetas están alimentadas con un buen producto de temporada, que aquí descansa en las brasas antes de tomar el plato.

Por esta misma razón, ya podemos confirmar que sí, se come bien en un parque y, además, durante nuestra visita fuimos excelentemente bien atendidos, motivo por el que los residentes de la zona repiten desde que el concepto fue abierto hace cerca de cinco meses y atraen a otros comensales hambrientos de unas ricas recetas para degustar al aire libre siempre que el tiempo lo permita. Mientras, el local cuenta con una gran barra con ventanas que dan al parque y con una amplísima sala también acristalada súper agradable.

Al frente de la cocina, se encuentra un equipo liderado por Luis Tejuca, Mikel Nuñez y Guzmán Yllera, curtidos en restaurantes como Diverxo, Sant Celoni, Zalacain o A'Barra. La carta está compuesta por platos, sobre todo, pensados para compartir. De ahí que para abrir boca muy recomendable sea la ensaladilla rusa con su mayonesa de piparras y su ventresca de bonito, las bravas amilhojadas crujientes o las anchoas sobre brioche y mantequilla ahumada. Son raciones que deben protagonizar todo aperitivo o tentempié antes de comenzar un almuerzo o una cena como Dios manda.

Los huevos rotos con gambón al ajillo es un plato que no falla ese día en que el picoteo se fusiona con un almuerzo, en el que el pastrami de wagyu resulta tan imprescindible como la butifarra al fuego y la molleja con su salsa diabla para acompañar a unos cogollos a la brasa con parmesano y salsa César. Como platos principales, una opción para quienes optan por las joyas del mar son el rapito con salsa bilbaína y el lomo de rodaballo con salsa "meunière" lleva su nombre.

Asimismo, los paladares carnívoros hambrientos sabrán que la chuleta de vaca vieja y salsa Café de París, el tuétano asado y el steak tartar con su aliño llevan su nombre. El fin de fiesta lo pone siempre tanto el tiramisú de Baileys como el cremoso de chocolates y mango. Un apunte: la carta líquida anuncia una estudiada selección de referencias, así que sea la hora que sea, encontrará su etiqueta.

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