
El sándwich de queso a la parrilla, también conocido como grilled cheese en países anglosajones, es un clásico reconfortante que ha conquistado cocinas de todo el mundo por su sencillez y su sabor. Sin embargo, no todos los quesos ofrecen el mismo resultado al fundirse entre dos rebanadas de pan dorado y crujiente. Elegir el queso adecuado puede marcar la diferencia entre un sándwich mediocre y uno memorable.
Queso cheddar: el favorito por excelencia
El cheddar, especialmente en su versión suave o media curación, es uno de los quesos más populares para preparar sándwiches a la parrilla. Su textura cremosa al fundirse y su sabor equilibrado lo convierten en una apuesta segura. Además, combina muy bien con otros ingredientes como tomate, bacon o cebolla caramelizada.
Gruyère: el toque gourmet
Este queso suizo es ideal para quienes buscan un perfil más complejo. Su sabor ligeramente dulce y a nuez, junto con su excelente capacidad de fundido, lo convierten en un candidato perfecto para llevar el clásico grilled cheese a un nivel superior. Es frecuente verlo en versiones más sofisticadas, a menudo combinado con pan de masa madre.
Mozzarella: suave, elástica y derretible
La mozzarella, especialmente la baja en humedad, aporta una textura estirable y un sabor delicado que agrada a todos. Aunque por sí sola puede resultar algo suave, es perfecta para mezclas, aportando esa característica elasticidad que muchos buscan en un sándwich caliente.
Fontina: cremosa y con carácter
Originaria de Italia, la fontina es un queso semiblando con un sabor mantecoso y ligeramente terroso. Se derrite de forma excepcional, formando una capa uniforme que se integra perfectamente con el pan tostado. Su sabor más intenso la hace ideal para quienes buscan algo distinto.
Havarti: la sorpresa danesa
Este queso de origen escandinavo es poco conocido, pero altamente recomendable. Su sabor suave y ligeramente ácido, junto a su textura untuosa al derretirse, hacen que sea una opción sorprendentemente buena para este tipo de sándwich.
Consejo final
Si quieres un resultado aún más sabroso, mezcla dos o tres tipos de queso. La combinación de cheddar y mozzarella o gruyère y fontina es garantía de éxito. Además, un poco de mantequilla en la cara externa del pan antes de dorarlo potenciará su sabor y textura crujiente.
Un buen sándwich de queso a la parrilla comienza con la elección adecuada del queso. Y ahora, ya sabes por dónde empezar.