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Crítica de 'Día cero', una serie decepcionante con Robert De Niro en Netflix: pretenciosa y carente de emoción

Robert De Niro protagoniza Día Cero, uno de los estrenos más esperados de 2025 de Netflix. La sola presencia del legendario actor ya es una buena carta de presentación, pero la serie apuntaba mucho más alto de lo que ha llegado. Planteaba un ambicioso thriller político, con toques apocalípticos, en forma de miniserie cerrada -eso parece que le suele dar más categoría-, pero el resultado es decepcionante.

El punto de partida es bueno, pero el suflé se viene abajo a la primera de cambio, justo después de un primer capítulo. La serie arranca con una premisa atractiva: un hackeo informático pone contra las cuerdas a todo EEUU, colapsando el país y provocando miles de muertos a causa de un fallo multiorgánico del sistema que articula todo el engranaje de la administración.

La presidenta -mujer negra, como para cumplir con la cuota, pero sin apenas protagonismo- echa mano de George Mullen (De Niro) para dirigir una comisión cuyo objetivo es descubrir quién está detrás de semejante lío. El actor interpreta a un expresidente muy prestigioso que vivía retirado después de haber abandonado el poder sin presentarse a la reelección, algo que levantó sospechas en su momento, aunque supuestamente lo dejó porque quedó traumatizado tras la muerte de su hijo, a causa de las drogas.

Y aquí surge el primer problema de la serie, que de repente empieza a centrarse demasiado a los tormentos de Mullen y en esa debilidad emocional a causa de los fantasmas del pasado que envuelven toda la trama en una nebulosa demasiado introspectiva. El otro error es una investigación que deriva en un relato difuso durante unos tres capítulos (solo vuelven a merecer la pena los el quinto y el sexto).

Las buenas intenciones de la serie fracasan porque la narración no está bien ejecutada y el argumento divaga en exceso de forma innecesaria. Tanto que la serie se convierte en pretenciosa, lo peor que se puede ser en televisión, porque el espectador ya sabe mucho. La investigación carece de emoción porque los malos -comienzan sospechando de los rusos y luego pasan a Los Cosechadores- ni siquiera amenazan -al menos el espectador no lo siente así- con un nuevo ataque en una especie de carrera contrarreloj que, al menos, hubiera dado ritmo al metraje.

En definitiva, no tiene acción suficiente, ni es un relato apocalíptico adictivo. Pero tampoco es un thriller político con intensidad dramática, como prometía. ¡Qué lejos queda la brillantez de House Of Cards! Día cero es un poco de todo y nada a la vez, y esa es la desgracia en la que cae esta historia que solo se salva porque tiene un giro final atractivo y porque la genial Connie Britton hace un tándem espectacular con De Niro.

Connie Britton en la miniserie de Netflix 'Día cero'
Connie Britton en la miniserie de Netflix 'Día cero'.
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