
Una historia que trata sobre una niña que no le gustan sus pecas, pero que aprende a vivir con ellas al aceptar que ser diferente no es un error, no debería ser un problema para nadie, excepto para Donald Trump. El Departamento de Defensa que está bajo su administración ha prohibido el libro que publicó la actriz Julianne Moore en 2007 en los colegios militares estadounidenses sin una razón clara o específica que, al menos, se haya comunicado públicamente. Y la intérprete de La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar, ha reflejado con contundencia su indignación a través de sus redes sociales.
El libro en cuestión de titula Freckleface Strawberry (Cara de fresa pecosa) y es una historia semiautobiográfica que la actriz escribió para sus hijos y para "todos aquellos pequeños que necesitan sentirse aceptados tal y como son". La pieza narra la historia de una niña de siete años que no está contenta con sus pecas y, a lo largo del relato, aprende a aceptarlas al entender que, aunque es diferente, eso es lo que la hace especial. Tal y como explica Moore, el objetivo del libro era recordarles a los niños que todos enfrentamos luchas personales, pero estamos unidos por nuestra humanidad.
"Me siento particularmente aturdida porque soy una orgullosa exalumna del liceo americano de Fráncfort, una escuela del Departamento de Defensa. Crecí en el seno de una familia militar, con un padre que es un veterano de Vietnam que pasó su carrera en el ejército de EEUU. No podría estar más orgullosa de él y de su servicio a nuestro país. Me indigna darme cuenta que los niños como yo, que han crecido con un padre dedicado al servicio militar, no tendrán acceso a un libro escrito por alguien cuya experiencia de vida es tan similar a la suya propia", protesta la actriz en una publicación de Instagram.
"Qué hay de controvertido en este libro?", es la siguiente pregunta que se hace Moore, que manifiesta su tristeza y asombro: "Nunca pensé ver esto en un país donde la libertad de expresión es un derecho constitucional", reclama. Unas dudas que se entienden con facilidad, ya que un relato inocente, que transmite un mensaje positivo sobre la aceptación personal, la autoestima y la importancia de ser uno mismo deberían estar lejos de considerarse polémicos.
¿Qué quiere censurar Trump?
Los tentáculos del político republicano en aras de censura resuenan con fuerza desde su primera toma de poder como presidente de EEUU, en 2020, especialmente en las escuelas militares. Estos centros están gestionadas por el Departamento de Defensa de Estados Unidos y son conocidas como Escuelas del Departamento de Defensa (DoDEA, por sus siglas en inglés), y sirven a las familias de los militares estadounidenses en todo el mundo, como fue el caso de Moore, que estudió en una de ellas. Estas instituciones educativas están sujetas a políticas que pueden ser más estrictas que las de las escuelas públicas regulares, ya que deben alinearse con ciertos valores promovidos por las Fuerzas Armadas de EEUU, como la disciplina y la uniformidad.
Así, la política de censura en algunas escuelas militares del país ha sido un tema de debate desde que Trump ocupara la Casa Blanca por primera vez, donde ya se impulsaron decisiones que afectaron el acceso a ciertos materiales educativos. Estas políticas de censura no necesariamente se limitan a los libros, sino que también se extienden a los contenidos que podrían considerarse "progresistas" o "politicamente correctos", dependiendo de la ideología predominante en el momento. Es importante mencionar que no todas las escuelas militares están sujetas a las mismas reglas, pero en términos generales, se pueden señalar varios aspectos relacionados con este fenómeno.
Que los libros sobre la diversidad de género, los progresistas (que incluyen temas como el feminismo, racismo o derechos LGTBQ+) y las obras sobre derechos humanos y política social estén en el punto de mira de la administración de Trump es un reflejo de la lucha constante por el control de la narrativa educativa y cultural que se ejerce desde las esferas más elevadas del poder. Todos ellos, asuntos que abrazan sufridas luchas y conquistas y que parecía que jamás iban a volver a ser material de debate. Pero para sorpresa de Julianne Moore, y de muchos más, lo están siendo.