
Quijote, truhan y señor. Solo hay un Julio. Así, a secas. Julio Iglesias, de 81, se canta a sí mismo en cada uno de sus hits planetarios que suenan en la memoria de varias generaciones. El cantante madrileño, último crooner a caballo entre dos siglos e icono de la música romántica, regresa en formato ensayo. El español que enamoró al mundo (Asteroide), de Ignacio Peyró, es el retrato de la seducción, la riqueza y el éxito. Un símbolo de lo que fue un latin lover mundial en un fresco de 50 años de historia de la sociedad española desde el tardofranquismo hasta hoy. Sale a la venta el 24 de febrero.
Sitúa el autor la fama de Julio Iglesias a una escala global sin parangón, salvando las distancias de Dalí y Picasso. Sin embargo, su carrera "ha estado atravesada de contradicciones" y el artista "con más impacto popular que aprobación de las elites culturales", ha afrontado críticas "por sus méritos artísticos, sus alineamientos políticos, sus manejos económicos y su condición de latin lover". Esa condición marcó su trayectoria musical, con esa imagen seductora en los escenarios; y también su vida privada, desde sus tiempos dorados con Isabel Preyler en un matrimonio mediático de siete años (de 1971 a 1978) y tres hijos (Chabeli, Enrique y Julio José).
Nos remontamos a los comienzos de Iglesias en el fútbol y en el Real Madrid. Una pasión blanca que siempre ha mantenido intacta en su corazón y que comparte con su amor por la música desde hace más de 55 años. El accidente que sufrió en 1962 truncó su carrera de futbolista en el Bernabéu y durante su recuperación, se refugió en una guitarra. De esos ratos, de sus poemas y de sus canciones, surgió uno de sus hits más tempranos, Gwendolyne.


Benidorm fue su lanzamiento total. La vida sigue igual le valió el primer puesto en el Festival Internacional de la Canción. Fue en 1968. A partir de ahí, despegó una carrera de fondo cimentada sobre unas cifras millonarias y una colección de temas inmortales, como Hey, Con la misma piedra, Me olvidé de vivir, Soy un truhan, soy un señor, De niña a mujer, Me va, me va, por el amor de una mujer y Quijote. Artista latino que más discos ha vendido en la historia (más de 300 millones), Julio copó los mercados europeo, latinoamericano, estadounidense y asiático. Ha grabado en 14 idiomas y ha editado 80 discos. Poseedor de múltiples Grammys, atesora la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España, la Legión de Honor de Francia y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
'Y lo sabes'
De su consagración estelar, a su última conversión en meme con el viral 'y lo sabes', Peyró, periodista parlamentario y director del Instituto Cervantes de Roma, analiza la construcción del personaje, de este conquistador, dandy y galán de bronceado eterno, vestido de trajes de lino y sonrisa perfecta. Un activista de los placeres terrenales, sobre todo del amor. El español que enamoró al mundo nos redescubre a un artista total.
Coincide este lanzamiento de Libros del Asteroide con la presentación de las memorias de Manuel Alejandro, autor de muchos hits de Julio. Enorme compositor, autor de la banda sonora de recuerdos de España como Yo soy aquel, Procuro olvidarte, Soy rebelde, Como yo te amo, Se nos rompió el amor, Dueño de nada, El amar y el querer y Señora, el jerezano, de 92 años, vuelca en estas páginas su historia. Para Julio Iglesias escribió Lo mejor de tu vida o Que no se rompa la noche.
El hombre que compuso para Raphael, Rocío Jurado, El Puma, Jeanette y otros tantos, nos habla en Vibraciones y elucubraciones de un escribidor de canciones (Editorial B) de sus comienzos en garitos de tercera acompañando al piano a un jovencísimo Raphael de 15 años y de Gabriel García Márquez, quien cantaba de memoria sus temas. Es también la historia de un éxito arrollador de millones de discos vendidos bajo su firma y de muchos hombres y mujeres que se enamoraron mientras sonaba uno de sus cortes. El libro se edita el 28 de febrero.